La revisión del Plan Especial de la zona vieja ampliará el área de protección

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Compostela Aberta plantea ajustes territoriales en varios lugares y reformas en otras que requerirán cambios en el PXOM

05 nov 2018 . Actualizado a las 23:41 h.

El planeamiento urbanístico del casco histórico ampliará su ámbito de protección y fijará zonas de intervención prioritaria, si sale adelante la propuesta para la revisión del Plan Especial (PE) que Compostela Aberta (CA) plantea en el documento ambiental estratégico que llevará este mes al pleno y sobre el que deberá pronunciarse la Xunta. El gobierno de Martiño Noriega defiende esa ampliación para zonas específicas del conocido como perímetro azul (el espacio de reserva establecido en torno al alcance territorial del Plan Especial) y en cuyo contacto con el ámbito de protección perciben desajustes, evidentes o potenciales, que condicionan la integración de la zona vieja con el resto de la ciudad. Se trata de puntos de Xoán XXIII, Costiña do Monte, la zona de Costa do Veedor, Triacastela y Concheiros, Sar, Pitelos, Poza de Bar, Figueiriñas y parte de San Lourenzo.

En el primer caso, en el de Xoán XXIII, la principal fachada de acceso al casco histórico para muchos visitantes, los redactores de la revisión y CA no ven sentido que el PE alcance al ámbito del aparcamiento y parte de la pérgola, dejando otra fuera, por lo que proponen la inclusión total de ese elemento, así como los edificios del entorno. En los demás casos, la ampliación pretende aportar soluciones a los problemas de gestión que han impedido o están condicionando su desarrollo, lo que ha llevado a la degradación de algunos de esos ámbitos. En esta línea estarían las áreas de Costiña do Monte y Costa de Veedor, que se ven con oportunidades, pero con problemas de borde que las condicionan «e que deben resolverse», como los de estacionamiento y movilidad, según recoge el documento de impacto ambiental inicial, que apunta en esa línea también para Pitelos y Sar, barrio este último al que llega el PE, por la Colexiata. En el caso de Galeras se prevé definir la línea de borde en esa calle y eliminar los «resaltos» que se dan en la zona en cuanto al ámbito de protección. En Poza de Bar se entiende que requeriría la apertura de un vial peatonal o un aparcamiento para mejorar su ordenación.

Pero también se plantean áreas de estudio o de reforma más puntuales en espacios que ya contemplaba el PE o el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) y que no se han desarrollado. Se trata en este caso de buscar alternativas para hacer viables intervenciones que han quedado o quedarán atascadas por su complejidad y que podrían requerir una nueva clasificación o categorización del suelo para promover nuevas condiciones de ordenación, una vez analizadas las causas que las han mantenido así. Eso requeriría no solo los cambios propios en el Plan Especial, sino también en el PXOM, que deberá modificarse igualmente si se amplía el ámbito del PE. Las áreas de reforma a las que apunta el borrador de revisión se localizan en Costiña do Monte, Campo do Forno, A Trisca, Campo de San Antón y Rueiro de Figueiriñas.

Hernández exige diálogo a Noriega en torno a un documento que lo requiere, dice, por su trascendencia

La formulación del documento ambiental estratégico supone el arranque oficial de la revisión del planeamiento, aunque el proyecto definitivo no está aún cerrado. De hecho, se seguirá trabajando en él mientras la Xunta tramita la evaluación de su impacto ambiental, siempre que la corporación entienda de forma mayoritaria, el próximo día 22, que el documento está lo suficientemente maduro para remitir a la Xunta.

Y el grupo municipal del PP entiende que no lo está. Hasta el punto de que «sería un erro tremendo» continuar con los preparativos para su tramitación plenaria. Porque, según Agustín Hernández, lo que debería hacer el alcalde es abrirse a la negociación con los demás grupos municipales. Para el portavoz del grupo mayoritario de la oposición, el borrador en el que trabaja Compostela Aberta, y por tanto, también el documento ambiental estratégico que presentará a la Xunta, es una propuesta «unilateral», y el planeamiento del casco viejo es un tema de tal envergadura y trascendencia «que debe nacer do consenso político, cidadán e social». Y en este caso no solo no lo hubo, afirma Hernández, sino que tampoco «posibilidade de participación». «É certo que o documento tivo algún tipo de posta en común, unha xornada», pero «de cara á galería», porque «non tivo reflexo na verdadeira participación e en aspectos do documento».

Hernández defiende que esta cuestión quede al margen del debate electoral y exige a Noriega que no lo lleve aún a pleno y dialogue. De otra forma «non poderá pedirlles» su colaboración para apoyar un documento «inaceptable» y en cuya demora para someterlo a aprobación inicial -«41 meses»- ve «un récord de desidia e incapacidade» de CA.