Francisco Blanco y Bienvenida Fieira abrieron a finales de 1979 un negocio de hostelería que hoy es uno de los establecimientos de referencia de la ciudad. Al frente están su hijo, Fernando Blanco, y su nuera, Rocío Paz, que han dado continuidad a un proyecto al que le quedan años de vida y que frecuentan tanto santiagueses como turistas. «Lo único que no funciona igual es la burocracia y el papeleo», se lamenta con ironía Francisco Blanco, el fundador.
El restaurante Entre-Rúas se mantiene fiel a su modelo porque, según sostienen sus actuales responsables, la gente «busca lo de siempre. Intentamos mantener el mismo tipo de negocio», recuerda Rocío Paz sobre un tipo de establecimiento que se basa, en gran medida, en la cocina casera, la de toda la vida, elaborada de forma familiar y con el producto fresco y de calidad, sin grandes pretensiones. «Nosotros vivimos fundamentalmente de nuestro menú casero, que tiene una buena acogida tanto entre los compostelanos como entre las muchas personas de fuera que nos visitan», recuerda Rocío.