Aurora Adalid: «Santiago debería involucrar a más agentes a la hora de decidir sus usos»

irene martín SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

xoan a. soler

La arquitecta reconoce que el turismo y la movilidad son retos a los que se enfrenta la ciudad

18 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una de los ocho profesionales que forman el estudio Zuloark, un colectivo que nació hace veinte años cuando estudiaban en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. «Empezamos siendo amigos y, ahora, valoramos mucho la forma de trabajar juntos». Aurora Adalid (Madrid, 1980) acaba de intervenir en el Curso Superior de Urbanismo que promueven conjuntamente la Escola Galega de Administración Pública y el Colexio de Arquitectos de Galicia.

-¿Qué desafíos se le presentan a las ciudades?

-Los retos generales son disminuir el consumo de territorio, reducir las emisiones contaminantes y aumentar la calidad de vida. Por ejemplo, el porcentaje de ciudad que se consume en viales es excesivo, cuando antes eran aceras para jugar.

-¿Y cómo mejoramos la calidad de vida?

-Desechando de la ciudad el movimiento moderno. Es decir, haciendo barrios más compactos, con todos los servicios básicos para el ciudadano, en vez de

diseñar la ciudad por funciones: trabajo, residencia, dotaciones, etcétera. Solo con esto el gasto en salud pública se reduce una barbaridad. Y hay que introducir más naturaleza, así como llevar energías renovables a los edificios públicos.

-Se refirió en su lección a las nuevas exigencias democráticas. Explíquese.

-Mayor transparencia, porque los ciudadanos hoy piden muchas más explicaciones; y una parte de la sociedad reclama mayor participación en la toma de decisiones.

-¿Por qué se ha colocado a la ciudad en el centro del debate?

-Hablamos más de ciudades que de edificios porque no son objetos aislados, se introducen en las redes que ya existen en el territorio, lo modifican y han de

responsabilizarse de estos cambios. Por eso creemos en un urbanismo que detecte las oportunidades en lo que ya hay, investigando e interrogando al territorio como si fuéramos detectives, diseñando experimentos que ayuden a liberar todo su potencial y, al mismo tiempo, nos permitan imaginar distintas versiones del futuro, y a negociar entre esas visiones con diplomacia.

-¿Qué opina de Santiago?

-Esta ciudad comparte retos con ciudades grandes y medias. Algunos son controvertidos como la gestión del turismo, la movilidad y la conectividad. A Santiago le vendría bien incluir más sensibilidades, involucrar a más agentes a la hora de decidir sus usos. Incorporar perfiles minoritarios enriquece.

-¿La presión turística y la movilidad son el caballo de batalla?

-Es un debate que está en todas las ciudades, pero no puedo decir más porque no la conozco lo suficiente.

-Entonces, ¿cómo debemos ordenar el espacio público?

-Debemos refinar sus usos en función de los horarios, promulgando ordenanzas basadas en la realidad del barrio: la entrada y salida de los colegios, la recogida de la basura, los ruidos… Yo creo que estamos preparados para normas más complejas y precisas; y en su gestión pueden intervenir los vecinos.

-¿Y cuál es el papel del arquitecto de hoy?

-Como expertos en urbanismo nos hemos acostumbrado a tener la última palabra, pero muchas veces tomamos decisiones que son más políticas que técnicas. Debemos hacer un ejercicio de humildad y reconocer que no hay una sola forma de hacer las cosas. Hay más inteligencia colectiva en el territorio que en nosotros mismos. Por eso tenemos que elevar la vista por encima de

los planos.

Aurora Adalid. (Madrid, 1980) es arquitecta, una de los ocho profesionales que forman parte del estudio Zuloark, colectivo que nació hace veinte años.

La conferencia. Intervino en el Curso Superior de Urbanismo que promueven conjuntamente la Escola Galega de Administración Pública y el Colexio de Arquitectos de Galicia.