Socios de Grúas Estación dicen no saber nada del dinero: «La mujer me da el domingo para los gastos»

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Cenamor

Están acusados de delitos de administración desleal

04 oct 2018 . Actualizado a las 12:34 h.

Quince larguísimos años ha tardado el caso Grúas Estación en llegar a la sala de vistas de la sección compostelana de la Audiencia Provincial y, tras la primera sesión de las nueve que tendrá el juicio, celebrada ayer, parece que ha sido tiempo insuficiente. Tras más de dos horas de cuestiones previas, la declaración de dos de los tres principales acusados fue de todo menos aclaratoria. Por momentos, llegó a la estridencia, ya que ambos aseguraron desconocer cualquier asunto que tuviese que ver con las cuentas de la empresa. Tanto Carlos Mosquera Fragua como Santiago Montenegro González incluso dijeron no saber cuánto ganaban y este último enfatizó su argumento diciendo que nunca en su vida ha ido al banco y que «la mujer me da dinero los domingos para mis gastos y punto».

La frase, por llamativa, levantó la sonrisa hasta de los magistrados que conforman el tribunal y de la fiscala, Arantxa San José, que les acorraló a preguntas destacando que esas cuentas que decían desconocer tenían firmas suyas y que ambos cuentan hoy en día con un amplio patrimonio. Pese a todo, ambos dijeron que todo lo relacionado con el dinero era cosa del tercer acusado principal, Serafín Montenegro González, hermano y socio de los dos que ayer declararon y que hoy tendrá la oportunidad de explicarse.

En la sala se sentaron otros tres acusados, pero uno de ellos quedó ya exonerado en el mismo acto al estimarse que su presunto delito estaba prescrito.

Los tres acusados montaron la empresa en 1978 y hasta el 2002 no hubo problemas. Ese año, según explicaron en el juicio, Santiago y Carlos se enteraron de que Serafín había comprado un pazo y desconfiaron de cómo estaba llevando las cuentas. Le apartaron de la gestión de la empresa y él les denunció, a lo que ellos respondieron haciendo lo propio y todos ellos han acabado sentados en el banquillo.

Serafín está acusado de un delito contra la hacienda pública y de otro de apropiación indebida, mientras que Santiago y Carlos hacen frente a un delito de administración desleal. Al primero la Fiscalía le pide tres años de prisión, que se quedan en dos años en el caso de los otros dos.