Miramontes clama contra el vertedero: «O cheiro fai vomitar aos nenos»

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Los vecinos alertan de que reciben toneladas de residuos «sen control» que «contaminan o aire, a auga e a terra»

04 oct 2018 . Actualizado a las 23:26 h.

«Hoxe temos sorte, o vento do norte leva o cheiro cara a arriba». Así nos reciben los vecinos de Miramontes a unos 400 metros de la entrada a la cantera y vertedero. Pese a la supuesta suerte, la realidad es que en la aldea huele a basura en descomposición, y lo más increíble es que los vecinos insisten en que «hoxe non é nada». Una de las vecinas cuenta que su nieta de 3 años «vomitou esta mañá, porque a brétema non deixou marchar o cheiro». Otra mujer asegura que «a miña veciña leva os nenos a almorzar ao polígono, antes de ir ao colexio, para que non o boten todo fóra». En los días malos, que «son case todos, o cheiro fai vomitar aos nenos e aos maiores. A situación é insoportable».

En la aldea hay un hombre recientemente operado del corazón «que vai sempre con máscara». Dolores de cabeza crónicos, picores de ojos y nariz son habituales entre los vecinos más próximos al vertedero, «pero o peor é o que non se ve. Non hai control, e as filtracións irán á auga; os gases que desprenden os residuos non tratados quedan no aire, e os cultivos recollen todo».

Una de las prácticas habituales de las zonas rurales, la de tender la ropa al clareo para que se impregne del frescor del campo, en Miramontes se hace difícil. «Non podemos tender a roupa ao aire, porque hai que lavala outra vez. Toda vai á secadora. Hai xente que non abre as ventás, para que o cheiro non entre na casa, e, aínda así, entra».

Futuro incierto

A los olores y los riesgos de contaminación se une la inseguridad viaria. Por la pista que cruza la aldea, de cinco metros de ancho, incluso menos en algún punto, se cruzan camiones de gran tonelaje a diario. Cuando esto sucede, los camioneros ponen a prueba su destreza para evitar colisiones, pero no tienen más opción que pasar rozando las casas. Algo que pudimos comprobar personalmente.

El paso de camiones es constante, al menos a las 10 de la mañana. En una media hora pasaron diez de esos vehículos, y por el aroma que dejaron en su trayecto, la carga de seis de ellos era basura. El olor era absolutamente repugnante y delataba la carga. Y la velocidad a la que circulan dista mucho de ser la recomendada para una pista estrecha por la que no deberían circular camiones de más de 5,5 toneladas. Solo los de la cantera tienen permiso para superar esta carga. Lo obtuvieron por los años noventa, tras dejar una fianza en pesetas que no llegaría ahora para tapar ni un tercio de los baches de la pista de acceso al recinto.

Unos minutos después de acercarnos a los límites de la instalación del vertedero, controlada por una cámara, cesó el paso de camiones. Los vecinos explicaron entonces que uno de los coches que salió del recinto alertaría a los conductores de los demás para que esperasen a que la zona se despejara de curiosos. En un vídeo que puede verse en YouTube se recogen imágenes de la misma situación cuando se estableció un control de la Guardia Civil.

Reclaman atención

Los vecinos reclaman atención de las Administraciones públicas. «De todas, porque o que fan é pasarse a pelota dunhas para outras». Aunque reconocen que se realizaron inspecciones, y que en febrero pasado se suspendió cautelarmente la actividad de Tecnolosoles -una de las tres empresas afincadas en Miramontes-, el problema es que el vertedero sigue recibiendo «toneladas de lixo todos os días. Uns residuos de trece tipos diferentes -dicen los vecinos-, pero a propia inspección recoñece nun informe que non hai control do que entra. Chegan, botan alí e marchan». Tanto puede ser «da autorizada como doutra». Según los permisos, el vertedero no podría superar la cota de 10 COD (carbono orgánico disuelto), «pero eles recoñecen que están nun 27».

Desde el lugar de Miramontes, los residentes solo quieren garantías para «a saúde actual e a futura dos veciños», aunque consideran que «tamén os traballadores están expostos. Ninguén pode garantir que os residuos son tratados correctamente; e polos cheiros e polo que din os expertos, o futuro que temos é incerto». Y concluyen con que a Miramontes llega la basura «de moitos sitios. De Sogama, pero tamén doutras comunidades. O da empresa Tecnolosoles segue igual, sen tratamento, e contaminándoo todo».