Leticia Nieto: «Pienso en quién tendrá mi pelo y sé que contribuyo a hacerle la vida mejor»

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Desde hace seis años, la joven se deja largas melenas para después donar el cabello

21 sep 2018 . Actualizado a las 07:51 h.

Leticia Nieto Calviño va a la peluquería solo cuando su pelo alcanza la suficiente longitud como para quedarse con una media melena y disponer del suficiente cabello como para hacer una trenza de no menos de 30 centímetros. «Cada vez parece que tarda menos en crecer. Dicen que al cortarlo poco, crece más rápido. Esta vez, como me casé en julio del año pasado, esperé un poco más. Algo más de un año, y ya lo tenía por debajo de la cadera. Más o menos 38 centímetros», explica. La decisión de esperar a que su pelo alcance semejante longitud tiene una explicación cargada de altruismo, al que, sin embargo, esta joven de Brión resta importancia: «No es algo que haga para que me den las gracias, es solo que me siento bien y satisfecha al hacerlo».

Leticia dona a la Asociación Española contra el Cáncer su pelo para una buena causa, la fabricación de pelucas para mujeres que sufren alopecia provocada por los tratamientos contra el enfermedad. «Alguna vez me pregunto por quién llevará mi pelo, qué sentirán las personas cuando se ponen la peluca hecha con pelo natural, pero todas las veces me siento feliz al hacerlo, porque creo que contribuyo un poquito a hacerles la vida más fácil», asegura.

Lo de donar el pelo casi comenzó por casualidad. «Siempre me cortaba el pelo cuando lo tenía algo más largo, y una vez la peluquera me habló de la posibilidad de donarlo. No había oído hablar de eso, y cuando me lo propuso, pensé que si le vale a alguien por qué tirarlo». Dicho y hecho. Su primera vez fue hace seis años, y desde entonces la de hace unos días fue la sexta ocasión en que su melena pone rumbo a Madrid. Mientras su peluquera de confianza tenía su local en Bastavales, siempre fue allí. «Era cuando me llevaba mi madre, pero al cerrar ya no volví nunca a la misma peluquería».

Ahora las peluqueras se quedan un poco extrañadas de que Leticia se deje crecer tanto el pelo para después cortarlo, «y más se extrañan cuando les digo que me lo llevo». Una de las últimas veces que fue a la peluquería, «tenía una melena muy larga, y una clienta me decía, "pero cómo vas a cortarlo". Siempre digo lo mismo, puedo hacerme una trenza y cortarlo yo, pero al final prefiero ir a una profesional».

Para alcanzar tantos centímetros, y además tener una melena saneada, Leticia tiene su secreto. Deja crecer el pelo algo más de un año, pero «cada cierto tiempo corto un poquito las puntas para que estén lo más sanas posibles, porque no todo vale para las pelucas. Además, procuro cuidarlo, y cuando es muy largo ya prefiero llevar una coleta», comenta. De los más de 35 centímetros enviados hace unos días, «posiblemente tres o cuatro de las puntas se desechen, y algo más para sujetar la peluca; así que al final es útil menos de lo que dejo crecer».

Leticia está segura de que seguirá haciéndolo mientras pueda, porque es «como quien dona sangre. Es algo necesario, que ayuda a otras personas, y a mí no me causa ningún daño. Todo lo contrario. Es gratificante». Alguna vez intentó convencer a alguna amiga y a su madre para que siguieran su ejemplo, «pero creo que no voy a conseguirlo, y eso que mi madre tiene un pelo que podría ser perfecto».

Esta mujer de 32 años era esteticista hasta hace unos meses, pero la mala suerte hizo que tuviera que dejarlo tras romperse la mano. El revés no la hizo desistir, y ahora estudia un ciclo superior de Administración para buscar otra salida: «Si la vida te cierra una puerta, hay que abrir otra».

La protagonista. Leticia Nieto Calviño deja crecer su pelo hasta superar los 30 centímetros para donarlo para elaborar pelucas. La joven era esteticista hasta hace unos meses, pero se rompió una mano y dejó el trabajo. Ahora estudia un ciclo superior de Administración para buscar otra salida laboral.