Dos goles y tres puntos para el Compos ante el Polvorín

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Un contragolpe y un cabezazo certificaron una victoria trabajada

26 ago 2018 . Actualizado a las 22:33 h.

El Compos arranca el curso con una trabajada victoria, solvente. Pudo ser más abultada. Pero también hubo fases en las que el conjunto lucenses tuvo sus opciones. Haciendo el chiste fácil, le faltó pólvora.

En todo caso, al Polvorín no le pesó ni su condición de debutante ni la juventud propia de un filial. Se plantó en San Lázaro con las ideas claras, con las líneas juntas, siempre dispuesto a jugar el balón, si bien en cuanto ve pista libre acelera sin masticar las posesiones. Es un equipo que incluso sabe hacer las faltas.

En la primera parte solo cometió dos pecados, y uno de ellos le costó el gol. El nuevo Compos es más consistente, más sólido en el juego sin balón. Intenta recuperar más arriba. Y cuando se hace el esférico, si puede también acelera.

Así abrió el marcador, en el ecuador del período inicial, con una jugada extraordinaria. Intervinieron los delineantes, que interpretaron la ecuación espacio y tiempo con precisión quirúrgica. Santi Gegunde recibió el primer pase por el centro, abrió hacia la izquierda para Álex Ares, quien esperó el momento justo para servir a Marcos Remeseiro, que acompañaba por la izquierda. El centrocampista ganó la línea de fondo y sirvió un gol hecho a Santi Gegunde, que llegó por el callejón central para empujar.

De otro robo de balón, más arriba, salió otra contra que no fue letal por centímetros. Brais Abelenda picó el balón sobre la media salida de Cacharrón, y se le fue fuera por muy poco.

El Polvorín apretó en busca del empate. Tuvo su opción más clara en un cabezazo de Rayco a la salida de un córner, que no cogió portería, y antes en una rápida transición que remató forzado Cacharrón.

De vuelta de los vestuarios el Compos perdonó tres ocasiones muy claras: sendos mano a mano en los que Cacharrón le ganó la partida a Miki y a Brais Abelenda, y un remate de Uña en boca de gol que se fue alto de manera increíble, a saque de falta de Álex Ares. De hecho, de no haber tocado el central probablemente el balón hubiese entrado.

Parecía que podría cumplirse la máxima de que quien perdona paga, porque el Polvorín engranó una marcha más y durante unos minutos obligó al Compos a recular.

En el 67 hubo un punto de inflexión en el partido. David Uña forzó en la salida de balón, Cuadrado le robó el balón, Lorenzo arriesgó en la salida, el ariete visitante lo sorteó en largo y apareció desde atrás Marcos Remeseiro como un Airbus para adelantarse en el área pequeña y enviar a córner. Poco después, en el 75, Piscu cabeceó de modo imperial un córner y puso el partido ya muy a favor de los locales.

El Polvorín no dejó de buscar la portería rival. Pero acusó el golpe y también vio como el colectivo de Yago Iglesias optaba por defender con el balón, alargando las posesiones.

En el minuto 86 Antón, con todo a favor, cabeceó fuera un gran pase de Cuadrado. Y ahí acabó la contienda. Los minutos fueron pasando sin más incidencia que una innecesaria falta de Antón en las postrimerías, que le costó la tarjeta amarilla.

Compostela 2: Lorenzo; Sergio Pereira, Piscu, David Uña, Naveira; Mon, Marcos Remeseiro (Josiño, min 84); Miki (Aythami, min 69), Álex Ares, Brais Abelenda; y Santi Gegunde (Álex Ube, min 78).

Polvorín 0: Cacharrón; Varo, Matías, Óscar Rivas (Juan, min 57), Pablo Rey; Luis; Rayco, Marcos (Antón, min 72), Javi Rey, Morais (Quezada, min 57); y Cuadrado.

Goles: 1-0, min 23: Santi Gegunde. 2-0, min 75: Piscu.

Árbitro: González Franco, de Ferrol. Amonestó al local Piscu y a los visitantes Matías y Antón.

Incidencias: San Lázaro. Primera jornada de Liga en Tercera División. Setecientos cincuenta espectadores, según datos facilitados por el club.