Horarios incompatibles en el casco histórico

paula hernández SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

La distribución temprana de mercancías para evitar la aglomeración de vehículos choca con la hostelería

13 nov 2018 . Actualizado a las 20:46 h.

Son las nueve de la mañana y en el casco histórico se repite la escena de todos los días. Una treintena de camiones y furgonetas saturan sus calles. No es la imagen que los turistas quieren ver pero es necesaria para suministrar a los locales de hostelería que se encuentran entre el Toural y la plaza de Praterías. En muchos casos los camiones obturan calles tan céntricas y concurridas como el Franco e impiden el paso de los viandantes.

Para reducir las molestias, el Concello impuso un horario en el que los vehículos de reparto pudiesen acceder a la zona vieja, de 07.30 a 10.30 horas. El problema surge por la apertura tardía de los locales y la concentración de repartidores en un breve período de tiempo. Son muy pocos los distribuidores que empiezan a descargar a las 07.30, pero también son escasos los establecimientos que están abiertos antes de las nueve de la mañana, pues en algunos casos la noche anterior cerraron a las tres de la madrugada. Así todo el trabajo y aglomeraciones se concentran en menos de sesenta minutos.

A las 09.30 horas los repartidores ya tienen gran parte de la mercancía distribuida pero en la calle y a las puertas de los comercios, pues solo dos bares están abiertos y es porque ofrecen desayunos. José Codesido, repartidor, explica su postura: «Se nós temos un horario os locais tamén o teñen que ter e estar abertos ás horas de reparto. Senón que contraten a un camareiro para que recolla a mercancía». Esta opción la pusieron en marcha algunos establecimientos, pero implica un gasto extra que muchos no están dispuestos a asumir.

En esta línea está una de las soluciones que salió de las reuniones entre el Concello y la Asociación de Hostelería de Santiago. Contratar a una empresa con una figura similar a la del sereno, una persona que tenga las llaves de los locales, que se organice por zonas y horas y que se encargue de abrir los bares. El gerente de la asociación, Ramón García Seara, explica que esta medida «sería voluntaria para aqueles locais que abran tarde», además el coste «podría ser repartido entre hostaleiros e distribuidoras».

La solución del sereno divide a ambos sectores. Los repartidores dicen que podría ser una buena idea pero lo ven complicado. A otros, como Diego Portelas, les parece que no funcionará: «Unha soa persoa non pode ir abrindo todos os locais no horario establecido, ademais tamén tería que controlar a mercancía que entra en cada un». Portelas apunta que «o problema vén da hostalería porque os negocios son seus e ninguén lles pode obrigar a abrir antes ou a ter unha persoa que reciba a mercancía».

Ramón García afirma que «o día que todos os repartidores cumpran co horario o problema vaise empezar a resolver porque os locais quedan sen mercancía un día, pero non dous e adaptaríanse». Desde el sector de la restauración, la figura del sereno tampoco convence. Ana Cabanas, que regenta un restaurante, dice: «No todos los distribuidores vienen a la misma hora, por lo que organizarlo sería complicado, además, personalmente no me gusta la figura del sereno, para mí no es una solución». García, desde la gerencia de la asociación, reconoce que «a solución non é fácil e non hai ningunha que sexa idónea». Se están barajando varias posibilidades, como habilitar otra zona de carga y descarga «por exemplo na paza de San Clemente e que despois se reparta con carretillas». Por otra parte, afirma que no se puede permitir que la norma se incumpla. «Os que cumpren coa norma son os máis agravados porque ou ben contratan a unha persoa para que abra o bar ás nove ou madrugan para que os repartidores poidan facer o seu traballo», explica García.

A partir de las 10.30 un desfile de camiones empieza a abandonar la zona vieja, de los más de treinta de primera hora solo quedan media docena que están terminando y temiendo ser multados. A las 10.45 horas, la plaza de Praterías está libre, igual que a Raíña y el Franco. En la Travesa de Fonseca sigue habiendo camiones pero allí, en la zona de carga y descarga, pueden estacionar hasta el mediodía.