Roba un anillo, se encara con el dueño de la tienda y lesiona a los dos policías que le detuvieron

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

«Solo vale 36 euros», se justificaba el caco alegando que no era suficiente como para acabar en comisaría

25 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos agentes de la Policía Nacional resultaron heridos y han causado baja al detener a un ladrón que el pasado lunes se resistió de forma muy violenta cuando le detuvieron por haber robado un anillo en una tienda de recuerdos situada en la calle Raíña de Santiago.

Los hechos ocurrieron a plena luz del día. Eran las 15.55 horas cuando los agentes fueron enviados a la zona tras conocer la comisaría que se había producido un robo en una tienda de la zona monumental. Cuando los policías llegaron a las inmediaciones, comprobaron que en la Travesa de Fonseca, a la altura de una de las entradas del Pazo de Fonseca, había dos hombres y que uno de ellos se encaraba al otro gritándole en actitud agresiva e intimidante.

Poco antes, ese hombre tan agresivo se había llevado de la tienda del otro un anillo y el dueño, al percatarse del robo, había salido tras él. El caco, al ver a los policías, se escondió rápidamente en el pazo, pero los agentes se acercaron y la víctima les explicó la situación.

Escondido en Fonseca

Los funcionarios entraron en el Pazo de Fonseca y, tras rastrear todo el edificio, encontraron al ladrón escondido detrás de una puerta, por lo que le solicitaron la documentación para identificarlo, a lo que el hombre respondió que no la llevaba encima.

No se negó, sin embargo, a que le cachearan, pero la cosa cambió, y de qué modo, cuando le informaron de que también iban a registrar una maleta de mano que portaba. En ese momento, y sin mediar palabra, se abalanzó sobre uno de los policías agarrándole por el cuello, tirándolo al suelo y agrediéndole. Trató de volver a escabullirse, pero el otro agente lo interceptó, a lo que el ladrón contestó a gritos: «Dejadme en paz, el anillo solo vale 36 euros y por eso no tenéis porqué llevarme a comisaría, yo sé mis derechos y os voy a denunciar».

La bravata le valió de poco, más allá de acabar detenido en comisaría y teniendo que hacer frente a cargos no solo por el hurto del anillo, sino también por atentado contra la autoridad y lesiones. Uno de los policías tiene esguinces en un dedo y en un tobillo y el otro presenta cervicalgia y lumbalgia, ambas postraumáticas. Los dos tuvieron que recibir asistencia médica.