El presidente del Parlamento pide disculpas por la corrupción política

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Xoán A. Soler

Santalices reclama ante el Apóstol consenso por las crisis demográfica y migratoria

26 jul 2018 . Actualizado a las 00:59 h.

El presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, ejerció por segunda ocasión como delegado regio en la ofrenda que desde 1643 se realiza cada 25 de julio en la catedral de Santiago y que centra la agenda institucional del Día de Galicia. Como recoge la tradición, el primer responsable de la Cámara hilvanó un discurso que formalmente se dirige al Apóstol, pero que supone una revisión de la actualidad política y social, que en otras ocasiones han pronunciado presidentes de la Xunta, delegados del Gobierno, alcaldes de Compostela o miembros de la Casa Real.

En su intervención, Santalices reconoció que la sociedad en general y más concretamente los poderes públicos han cometido «errores» que afectan a la credibilidad de las instituciones a través de casos de corrupción por los que es «imprescindible pedir disculpas», así como que es necesario reforzar los mecanismos para evitar que se repitan. Para ello recetó a los servidores públicos que busquen el bien común sin atender a intereses partidistas o particulares como única vía para la regeneración «que España necesita y espera».

Otro de los asuntos en los que más se detuvo fue la crisis migratoria en Europa, que debería convertirse en un «aldabonazo» en las conciencias de un primer mundo «privilegiado». En este sentido, dijo echar de menos una política migratoria consensuada que frene los brotes xenófobos y que mantenga a raya los radicalismos políticos, para convertir en una oportunidad «lo que algunos ven como una simple amenaza». Y relacionado con esta reflexión está también el grave problema demográfico de Galicia, que compromete el futuro de la comunidad, de ahí que haya reclamado que las Administraciones faciliten las condiciones para que tener un hijo no se convierta en una «osadía». Y por eso reivindicó más políticas de conciliación y el cuidado del Estado del bienestar, una «obligación moral» porque, remarcó, «sin niños no habrá mañana».

Violencia de género e incendios

En materia de violencia contra la mujer, Santalices propuso un enfoque más amplio sobre el problema, que empiece en los hogares y que tenga continuidad en los centros educativos, para evitar conductas inadecuadas, y también alertó de la lacra «delincuente» que rodea a los incendios forestales, sin dejar de insistir en los trabajos preventivos.

Al oferente le contestó, como también es tradición, el arzobispo. Julián Barrio solicitó que las soluciones a los problemas políticos y sociales descritos por Santalices lleguen a través del «diálogo sereno».

En el acto central del Día de Galicia también estuvieron el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, junto a parte de su familia, y miembros del Gobierno gallego y otros cargos institucionales que participaron en una recepción oficial en el Concello de Santiago en la que el regidor, Martiño Noriega, que no asiste a actos religiosos como cargo público, ejerció de anfitrión. Antes de la ceremonia, se celebró en el Obradoiro una parada militar que tuvo como sorpresa la llegada desde el aire de paracaidistas que conmemoraron el 25.º aniversario del aeródromo militar de Lavacolla.

Feijoo reivindica la diversidad y niega «unha galeguidade uniforme»

«Non existe unha galeguidade uniforme» ni tampoco «un patrón único para distinguir bos e malos galegos». Así lo cree el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, que aprovechó el Día de Galicia para reivindicar la diversidad de la comunidad. En su opinión, Galicia dejó atrás hace tiempo la idea de la resignación y «todos os días do ano os galegos constrúen a realidade soñada», «superan marcas» y se afianzan.