El nivel de ejecución de la inversión municipal sigue por debajo del 25 %

Rosa Martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

La liquidación del 2017 refleja una mejora, pero de poco más de un punto

11 jul 2018 . Actualizado a las 23:06 h.

Santiago fue en el 2016 la ciudad gallega con menor ejecución presupuestaria en materia inversora. Y muy probablemente lo haya sido también en el 2017 porque, aunque la situación ha mejorado, no ha sido suficiente ni para llegar al 25 % de lo presupuestado para el ejercicio. Lo cierto es que si hace dos años Compostela Aberta únicamente logró invertir 22 de cada 100 euros asignados a obra pública, en el 2017 apenas llegó a los 24. De hecho se quedó en el 23,2 %. Es lo que refleja la liquidación presupuestaria que ayer presentó la concejala de Facenda, María Rozas. En cualquier caso, lejos del 32 % en que el gobierno de Martiño Noriega ha puesto la mirada.

Y no porque sea lo óptimo o porque refleje la media de las grandes ciudades gallegas ?aunque dos de ellas no llegaron a ese nivel en el 2016? sino porque es donde el propio Ayuntamiento ha situado su máximo en los últimos mandatos. Lo hizo el bipartito de Sánchez Bugallo. Lo recordaba entonces Noriega, al tiempo que indicaba que el bajo nivel inversor de la capital era un problema estructural y que el objetivo era subsanarlo. Porque un Ayuntamiento que no puede superar ese 32 % «ten un gran problema», decía también el regidor.

Y Santiago lo tiene. Menos que el año pasado, al lograr invertir 1,8 millones más a finales de año que en el 2016, un 35 % más. Pero no deja de ser un problema. Aunque «o dato vai mellorando», no deja de ser «malo e moi mellorable», asumía ayer Rozas, aunque poniendo también el acento en que si bien lo ejecutado suma 6,5 millones, en el 2017 había contratados o en licitación otros proyectos por 13 millones. Porque si bien el capítulo inversor del ejercicio creció hasta los 10 millones, la incorporación de remanentes de proyectos pendientes de años anteriores aportó otros 18 millones, aunque ya se sepa de antemano que no todos son ejecutables en el ejercicio, como los vinculados con el desarrollo urbanístico, según Raxoi.

Con ese nivel de obra contratada y en licitación antes de que concluyese el 2017 y la inversión del propio 2018, Compostela Aberta insiste en que este será el año de la «obra pública».

Pero la liquidación, que llegó con más de tres meses de retraso por las limitaciones «de persoal» en Intervención, ha dejado otros datos que «amosan a suficiencia e autonomía fiscal do Concello», una ejecución del 90 % en gasto corriente y un superávit de prácticamente ocho millones de euros, además de dejar la deuda bancaria a 31 de diciembre del 2017 en 29 millones de euros, «o mínimo histórico». Según María Rozas, «existiu unha boa e realista previsión do orzamento», si bien desde la oposición el BNG ya lamentó ayer la baja ejecución del capítulo inversor. «É unha mágoa que o goberno de Martiño Noriega non se esforzase máis por realizar os proxectos orzamentados no 2017», dijo.

Los derechos por impuestos directos superan la previsión definitiva y alcanzan los 43,6 millones

Si el nivel de ejecución presupuestaria de las inversiones no llega al 25 %, el de ingresos ya es otra cosa. El de los corrientes ?impuestos directos e indirectos, tasas y transferencias corrientes? superó el cien por cien. Llegó al 100,08. Las tasas pasaron del 95 %, con casi 16 millones de derechos netos de una previsión definitiva de 16,6 millones. Aunque de menor impacto en las arcas municipales, los impuestos indirectos superaron el 100 % (100,14 %), con apenas cinco mil euros en derechos por encima de los 3,53 millones previstos. Pero donde la gestión ha superado claramente el cien por cien ha sido con los impuestos directos. La previsión definitiva apuntaba a 41,8 millones de euros y los derechos netos a favor del Concello superaron los 43,6.

Entre los indirectos, el de construcciones parece evidenciar el movimiento que se percibe en el sector. La liquidación del 2017 refleja un incremento del 45 % sobre el 2016, según Rozas, que hasta esta liquidación no lo percibía todavía a nivel fiscal: «En comparación con hai unha década estabamos en mínimos históricos». Por contra, caen los de multas de tráfico: de 2,7 a 2,3 millones.