Seis miembros de la banda que robó en 24 casas pactarán para rebajar penas

Tras tres largas horas de negociaciones, de entradas y salidas a la sala de vistas para reunirse con la Fiscalía, seis miembros de la banda acusada de 25 robos en viviendas de Santiago -uno de ellos frustrado- y de otro más en una furgoneta acordaron ayer asumir los cargos que se han presentado contra ellos a cambio de una rebaja de penas con la que intentarán esquivar la prisión. Cinco de ellos estaban presentes en la comparecencia ante la Audiencia Provincial compostelana, mientras que la que faltaba envió un justificante alegando una indisposición médica que hizo que la vista quedase aplazada al jueves de la semana que viene, cuando el acuerdo entre el ministerio público y las defensas podrá materializarse.

Los acusados que se han mostrado favorables a admitir su culpabilidad son Alfredo Hernández, Zenón Fernández, José Manuel Hernández, Antonio Da Silva, Juan Jiménez y la mujer que no estuvo ayer presente, Mónica Pombo. Los seis estaban acusados de un delito continuado de receptación y de otro de pertenencia a grupo criminal. A cuatro de ellos la acusación pública les pedía cuatro años y tres meses de prisión, pena que elevaba a cuatro años y nueve meses en otro de los casos y a ocho años y tres meses en el de uno de ellos que tendrá que hacer frente a cargos por tenencia ilícita de armas y depósito de municiones porque en el registro de su domicilio le encontraron tres pistolas y una gran cantidad de balas.

Son estos seis los que se podrán beneficiar de la reducción de penas, aunque está por ver si será lo suficiente como para que todos eludan la entrada en la cárcel. De los otros tres, uno de ellos ya no está en la causa porque es un ciudadano argentino que ha sido expulsado a su país, mientras que los otros dos, José Ramón Rodríguez y Cristina Heras, serán juzgados aparte porque se trata de los cabecillas del grupo, a los que la Fiscalía reclama un total de nueve años y tres meses de prisión por un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en casa habitada y otro de pertenencia a grupo criminal.

José Ramón Rodríguez, que está actualmente cumpliendo prisión por un asunto distinto al de este juicio, y Cristina Heras eran los que, presuntamente, seleccionaban las viviendas en las que iban a perpetrar los robos. La acusación le señala a él como el que, mediante el uso de un material plástico a modo de palanca, forzaba la puerta principal, mientras que ella sería la que se quedaba vigilando que nadie les viera. El tribunal no pudo contactar ayer con la mujer, cuyo paradero es desconocido.

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