El primer tramo de la rúa del Hórreo languidece ajeno al posible empuje de la intermodal

Margarita Mosteiro Miguel
Marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El proyecto de la nueva terminal tampoco despierta el interés de los emprendedores por bajos comerciales que llevan años cerrados

29 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los bajos comerciales de la rúa do Hórreo, situados frente a la estación del ferrocarril y concretamente entre la rotonda de Galuresa y la rúa Santiago León de Caracas, carecen de total atractivo comercial. Y ni el proyecto de la intermodal sirve de aliciente para su salida al mercado. Así lo confirman las inmobiliarias con ofertas en la zona. Ni siquiera los locales situados frente al Parlamento consiguen despertar gran interés entre los emprendedores. Solo los ubicados en el tramo más cercano a la praza de Galicia tienen demanda. Y los expertos del sector vaticinan que este panorama no parece que vaya a cambiar próximamente.

La zona parece abocada a languidecer, sin que el inminente inicio de las obras de la estación de autobuses y de la pasarela que suturará la brecha entre el Ensanche y Pontepedriña vaya a representar un revulsivo para ese primer tramo de la rúa do Hórreo, al menos a corto plazo. El portavoz de la agencia Amor sostiene que «la intermodal no cambiará nada. Es una zona comercialmente muerta». Coincide Antonio Raposo, de Inversiones Inmobiliarias: «La gente puede cree que tiene petróleo, pero la realidad es que no tienen salida comercial». Cree que la intermodal mantendrá los flujos. «Los que salgan de la estación no van a ir a la derecha, sino que seguirán hacia arriba. Y si sales en coche, ya no vas a parar allí», argumenta.

Oficinas, mejor que comercio

Aunque no ven salidas comerciales a locales que llevan años vacíos, en el sector apuntan un destino como oficinas. «No es una zona de paso, no es atractiva. Aquí valdría para una empresa con clientela consolidada, que está dispuesta a desplazarse a dónde sea», explica Raposo. Rocío Antelo, de Mazcam Inmobiliaria, considera que uno de los problemas de la zona es que «los propietarios no quieren adaptar la oferta. Dar, por ejemplo, un tiempo de carencia o un precio atractivo para el primer año. En algunos casos, el propietario dice que por un precio bajo no le compensa alquilar». Daniel Rey lamenta la falta de interés por los locales: «No se pregunta más ahora que antes». En la agencia Andrade prefieren ser cautos y plantean la posibilidad de que «al menos los situados frente al Parlamento se revaloricen». Aurora Andrade ve salida para locales de oficinas, pero no para comercios.

La zona no remonta el vuelo ni con alquileres que ya bajan de 6 euros al mes por metro cuadrado

No es una cuestión de precio, aseguran las fuentes consultadas en el sector inmobiliario. El desierto comercial del tramo de la rúa do Hórreo más próximo a Galuresa tiene los alquileres más bajos del Ensanche. En las inmobiliarias apuntan que, en algunos casos, la renta mensual ni siquiera llega los seis euros por metro cuadrado, y cuando lo superan es tan solo por unos céntimos.

Al igual que en el resto de la ciudad, los locales de mayor tamaño tienen un precio por metro cuadrado más bajo que los pequeños. Por ejemplo, un recinto de 150 metros cuadrados se alquila por 1.000 euros, y otro local de 314 metros cuadrados se oferta por 1.500 al mes. Este es el caso de un local situado junto al acceso a la estación del ferrocarril más próximo a la Galuresa, que un empresario estuvo interesado en destinar a un albergue, pero tuvo que desistir ante la imposibilidad de conseguir licencia al no reunir las condiciones mínimas de seguridad. Rocío Antelo comenta que, para hacerse una idea de la diferencia de precios, un bajo comercial similar a los del Hórreo tendría en Doutor Teixeiro un alquiler de 50 euros por metro cuadrado. La diferencia procede del escaso ambiente que hay en el primer tramo del Hórreo.

Uno de los hándicaps a la hora de alquilar allí es el tamaño de los locales, desde 100 hasta 400 metros cuadrados, lo que en opinión de los expertos del sector dificulta localizar un negocio de interés. «En ese sitio no va a instalarse nunca un comercio textil, ni siquiera de una marca conocida», apunta Daniel Rey, de Inmobiliaria Rey, que «no ve activarse el interés ante al anuncio de la estación intermodal».