Raxoi apostará por el compostaje en la nueva concesión de la basura

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

El casco viejo perderá los contenedores individuales y tendrá camiones eléctricos

14 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Santiago se sumará al compostaje con el nuevo contrato de recogida y gestión de residuos urbanos. No será de momento, todavía. La actual concesión tendrá vigencia hasta abril del 2019 y aún habrá margen para prolongarla más. Con el pliego en proceso de elaboración, el Concello prevé licitarlo hacia finales de año. Y el proceso se presume largo. No en vano, el nuevo pliego no solo introducirá cambios sustanciales en el modelo de gestión de los residuos, sino que supone el contrato más costoso para Raxoi: la concesión de la recogida y la limpieza viaria está ahora por los ocho millones anuales. Pero la factura municipal total ronda los 12 millones al sumar el tratamiento de residuos en Sogama.

Con la obligación comunitaria de reciclar al menos la mitad de los residuos que se generen en un horizonte no muy lejano, el Concello incorporará ya nuevas modalidades de reciclaje que afectarán no solo a los hábitos ciudadanos en cuanto al depósito de residuos en la vía pública, sino también al sistema de recogida, y que limitarán el volumen de desechos que irán a Sogama.

Y lo hará por tres vías: la extensión generalizada en la ciudad de los composteros colectivos que en plan experimental funcionan en Santa Marta, Salgueiriños y Galeras; la de composteros individuales en el rural; y la implantación del quinto contenedor (para separar los residuos orgánicos reciclables de los no tratables) donde no haya zonas verdes, como en el Ensanche.

Los composteros colectivos reducirán de forma considerable la recogida de residuos orgánicos y aportarán compost para reutilizar, a poder ser, en el mismo sitio, ya sea poniéndolo a «disposición da veciñanza» o en las zonas verdes. Esta solución reducirá las necesidades de recogida y «permitirá detraer toneladas de residuos que se van a Sogama con moito custo, e facer tratamento ambientalmente», afirma el edil de Medio Ambiente, Xan Duro.

Ajustar horarios de recogida

De momento se están evaluando las zonas donde es posible instalar el compostaje comunitario, que contará con un equipo que cada día visitará las islas de compostaje para hacer su seguimiento y evitar que entren impropios: «Os que están en marcha están funcionando moi ben e non hai razón para que non funcionen os outros». Donde no sea posible se implantará el quinto contenedor de recogida selectiva.

El cambio de concesión irá acompañado de la renovación de la práctica totalidad de los camiones y de buena parte de los contenedores -«que os hai bastante deteriorados»-, pero también de cambios importantes en la recogida del casco histórico, donde se pretende evitar los contenedores individuales y los depósitos a la vista que proliferan en verano. Se intentará introducir camiones eléctricos (reducen ruido), pero también sistemas modulares de recogida que jubilarán a los contenedores individuales. En algún caso habrá un contenedor permanente, aunque «esteticamente aceptable», y para el resto se instalará un sistema modular en distintos puntos, de retirada diaria, lo que evitará que los camiones tengan que pasar por todo el casco histórico y permitirá ajustar los horarios de recogida. Ello supondrá un cambio importante, pero «se queremos un bo sistema de recollida temos que pór todos da nosa parte, e desprazarse 50 metros non ten que supor un gran esforzo». Porque, «se queremos evitar os camións non podemos ter un contedor individual na casa», concluye Duro, quien apunta que «o mundo do residuo evolucionou» y que hay sistemas de recogida «con menor impacto». Palma de Mallorca «ten algún sistema modular interesante» y en Pontevedra «xa funcionan».

Introducirá la recogida selectiva para grandes productores de residuos orgánicos

 

 

La apuesta por el compostaje de cara a la nueva concesión se centra en la recogida, no tanto en la implicación directa del Concello en la promoción de una planta de tratamiento. Los residuos orgánicos que no se traten en los composteros colectivos e individuales se remitirán a Sogama (dispone de planta de compostaje), al igual que los orgánicos no reutilizables. Cualquier opción de participar en la creación de una planta de compostaje con otros municipios sería ahora mismo una expectativa a largo plazo.

Por lo que sí optará Raxoi es por la recogida específica a grandes productores de residuos orgánicos en el casco viejo (básicamente la restauración), como lo ha hecho ya con el vidrio, una iniciativa que se está notando claramente en los registros generales. Con prácticamente dos mil toneladas de vidrio recogido en el municipio, el 2017 supuso un incremento del 32 %. Y un 20 % sobre el anterior histórico, en el 2008 con casi 1.657 toneladas. Y este enero casi duplica al del 2017, cuando todavía no existía la recogida puerta a puerta, que comenzó en mayo.