El pulpo trae cola en Santa Susana el día grande de las fiestas

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Miles de personas se sumaron a la tradición de comer en las carpas de la Alameda y la espera para hacerlo llegó a los 45 minutos

11 may 2018 . Actualizado a las 09:49 h.

Hace décadas que la feria no se celebra en Santa Susana, pero lo que todavía persiste es la tradición de comer el pulpo en las carpas que cada año se montan en la Alameda por la Ascensión. Y ayer, coincidiendo con el día grande de las fiestas compostelanas, la tradición trajo cola. Exactamente, una de 45 minutos. Ese fue el tiempo que tuvieron que esperar por una mesa las personas que se acercaron a la carballeira a la hora punta. Hacia las dos y media de la tarde, dos filas -de unas ochenta personas cada una- subían por la cuesta que va hacia la entrada de la iglesia, por fortuna para ellos, bajo la sombra de los árboles para poder resguardarse de un sol que en ese momento caía a plomo hasta superar los 20 grados.

Hacia la una y media, ya estaban ocupadas todas las mesas la Pulpería García, encargada del servicio en la Alameda y con capacidad para 1.000 personas. «Onte [por el miércoles] estivemos a tope, houbo aínda máis xente que hoxe», indicaba uno de los responsables del servicio mientras sacaba de las brasas el churrasco y lo cortaba sin perder un segundo, como si no acabase de salir del fuego, para darle salida cuanto antes.

800 kilos de churrasco en un día

Y es que solo en el primer día de fiestas, el miércoles, se sirvieron en las carpas de Santa Susana unos 800 kilos de churrasco y otros 700 de cefalópodo, según indicaron en la Pulpería García, que en los últimos años no ha fallado a la cita en Compostela. En ella, la carne cada vez tiene más salida y le está comiendo terreno al plato de siempre. ¿Se puede decir ya que se lleva el menú para carnívoros en la Ascensión? «Todo está rico, si lo hago yo», responde con una verónica y una amplia sonrisa el responsable de la pulpería.

Entre las personas que hacían cola, había quienes llevaban años acudiendo a la cita de Santa Susana y otras que iban por primera vez, como una mujer que aseguró que no volverá tras más de 30 minutos de espera en la fila.

Del algodón de manzana, chocolate o cola; al típico juego de los camellos

El Saltamontes, el Gusano, los hinchables, el Simulador, el Explorer y, cómo no, la noria; la reina de la Ascensión, a la que ayer se subieron hasta los políticos. Las atracciones de feria funcionaron a toda máquina, sobre todo a partir de la tarde. Y, junto a los juegos tradicionales de esta cita, como el de los camellos y los de puntería (ya sea con una escopeta, un dardo o un balón), se colaron novedades entre los puestos instalados en la Alameda. Más una docena de sabores para el algodón de toda la vida (de chocolate, naranja, limón, cereza, cola, manzana, plátano, piruleta, sandía, vainilla o, los más solicitados, mora y fresa) pusieron la nota de color para aquellos a los que la garrapiñada y la rosquilla les sabía a poco.