Piden la compostela para un hombre que sufrió un fallo cardíaco en la última etapa y se la niegan

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

CEDIDA

El peregrino, de 71 años, había hecho ya más de 700 kilómetros

10 may 2018 . Actualizado a las 09:46 h.

Ángel A. emprendió el Camino solo, a sus 71 años. Tenía el beneplácito de sus médicos para hacerlo y ya había recorrido más de 700 kilómetros cuando sufrió un fallo cardíaco. Le faltaban poco más de 20 para llegar a la meta pero, almorzando junto a otros tres peregrinos en Arca, se quedó sin respiración. «Habíamos coincidido con él en los últimos albergues. Venía de Roncesvalles y ayer (por el martes) nos apeteció comer a los cuatro juntos, pero cuando estábamos acabando se desvaneció», relata Julio Ruiz, quien asistió a la escena junto a su sobrina -que hizo con él la Ruta francesa- y otro caminante de Ponferrada con el que habían hecho migas.

Entre su sobrina, un socorrista cordobesa y un médico -también peregrinos- que se encontraban en el mismo local en ese momento, le practicaron una reanimación pulmonar y consiguieron así que recuperase la respiración hasta que llegaron los servicios de emergencias. Se movilizó un helicóptero medicalizado, pero finalmente fue trasladado al Clínico en ambulancia. Fue ingresado en la unidad de enfermos coronarios, en estado crítico.

Los otros tres reanudaron la marcha y, al llegar a la Oficina del Peregrino, pidieron también la compostela para Ángel. «Tenía mucha ilusión por hacer el Camino y creímos que le iba gustar tenerla, al igual que a su familia», indica Ruiz. Pero, al no llevar las credenciales del septuagenario catalán con ellos, se la denegaron, relata.

«Nos ha molestado la poca sensibilidad por parte de la Oficina del Peregrino, porque al señor le faltaba solo una etapa. Con actuaciones así se pierde el espíritu y la esencia del Camino», añade. No obstante, él y su sobrina, antes de coger el tren de vuelta a casa, fueron al hospital para entregarle sus compostelas a Ángel, en un gesto simbólico. Allí se encontraron con su mujer e hijo, que llegaron ayer por la mañana desde Cataluña. «Los médicos les dijeron que tenía un coágulo grande que hizo que el corazón se le colapsara y que las próximas 48 horas eran cruciales para valorar su traslado a su hospital de referencia, en Barcelona», cuenta Ruiz.