El CHUS trasplantó 15 hígados este año, once donados fuera

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Está expectante ante el nuevo modelo para conservar órganos

04 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un nuevo método, que permite conservar hígados para trasplante a temperatura corporal, difundido en abril en la revista Nature, «no está aún demostrado» que pueda servir para mejorar la situación actual, afirma el jefe de la Unidade de Transplante Abdominal de Santiago, Evaristo Varo. El CHUS trasplanta hígados donados por pacientes que fallecen en hospitales compostelanos, y otros que proceden de otras áreas sanitarias gallegas o incluso de otras comunidades. Para estos donados en centros de fuera de Santiago es para los que se utilizaría ese nuevo método que, según sus defensores, permitiría aumentar en un 20 % los órganos para trasplante.

Evaristo Varo afirma que están expectantes ante ese estudio y «estaremos muy atentos a los resultados definitivos, pues de momento ese nuevo método es un ensayo clínico y no hay evidencia de que mejore la situación actual, pues no se ha comparado con la hipotermia, en estudios con suficiente poder estadístico». Los resultados interesan, pues el objetivo central de la Unidade de Transplante Abdominal es reducir la lista de espera de pacientes pendientes de un injerto «y cuantos más hígados tengamos para trasplantar, mejor. Incrementar el 20 % sería muy importante, pero tiene que demostrarse que es mejor; a veces los ensayos clínicos no prosperan y de este aún no hay datos definitivos», insiste Varo.

El Hospital Clínico recibe una importante cantidad de hígados donados procedentes de personas fallecidas en otros hospitales. «Los últimos años recibimos de fuera entre el 50 y el 60 %», indica. En el 2018 la cifra incluso es más elevada: «De 15 hígados trasplantados en los cuatro primeros meses de este año, solo cuatro procedieron de donantes de Santiago; los otros once órganos vinieron de fuera». Eso supone casi el 75 % procedentes del exterior. Favorecieron realizar prácticamente un trasplante hepático a la semana, a un ritmo superior al habitual.

Para recibir esos hígados, el CHUS envía transporte que los recoge en el centro donde se extraen y los traslada hasta el Hospital Clínico. Dispone incluso de un avión, que tiene contratado para ese fin, y que se encarga de recoger el órgano y transportarlo con la mayor celeridad posible. Otras veces, como por ejemplo cuando el órgano procede de Ourense, el traslado se hace en ambulancia. El tiempo que dura ese transporte se aprovecha para preparar al paciente en el que se va a injertar y ultimar los detalles de la intervención quirúrgica a la que se le somete, que suele durar varias horas.

Aunque siempre se ocupa el hospital compostelano del transporte, disminuyen los desplazamientos de especialistas del CHUS para realizar la extracción del hígado. Eso se debe, según Varo, a que hace años iba prácticamente siempre un equipo de extracción desde Santiago para realizar ese trabajo «pero ahora hay cada vez más hospitales trasplantadores, o con personal que está en disposición de realizar bien la extracción del hígado y hacer la entrega a nuestro transporte, que también lleva los medios necesarios para conservar», indica.

El número de pacientes en lista de espera para trasplante hepático se reduce los últimos años en Santiago, como en los demás hospitales de España. Eso se debe «a la efectividad de los nuevos tratamientos para la hepatitis C, pues hay casos que salen de la lista de espera pues, por la mejoría que experimentan, ya no precisan la intervención», manifiesta.