Los colegios de Teo participan en un plan de rebaja de ruidos e instalan sonómetros en dos comedores

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

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XOAN A. SOLER

Al igual que los semáforos, el sistema emite una luz roja cuando se superan los decibelios

01 may 2018 . Actualizado a las 05:10 h.

Reducir los niveles de ruido que a diario hay en los centros escolares con más alumnado es el reto que la comunidad educativa de Teo desea convertir en realidad. Para conseguirlo, y tomando como referencia un antiguo programa desarrollado en el colegio de infantil y primaria de Calo, los comedores escolares de este centro y también el de A Ramallosa, disponen desde la semana pasada con un sistema especial para medir los niveles de ruido.

Estos sonómetros están instalados en los comedores de los dos centros porque en ambos casos concentran más de trescientos alumnos en un único recinto, por lo que es el espacio más ruidoso de ambos colegios.

El sistema de funcionamiento es tan sencillo como el de los semáforos de tráfico, que emiten una luz roja cuando se superan los decibelios establecidos previamente por el personal del centro. Los niveles de ruido que hacen que el sonómetro cambie del rojo al verde son variables, ya que, al tratarse de un proyecto que invita a los alumnos a adquirir buenos hábitos y reducir la contaminación acústica, debe establecerse un sistema de compensaciones cuando baja el nivel y de pequeñas penalizaciones cuando el ruido dispara el sonómetro.

La puesta en marcha de este proyecto surgió a propuesta de las asociaciones de padres y madres de alumnos y fue ratificada por el Consello Escolar Municipal. Francisco Nanín, edil de Teo que se encargó de la parte municipal del programa, destacó que en esta iniciativa participan los colegios de A Ramallosa, Calo y Os Tilos pero en este último colegio no se instaló ningún sonómetro porque el comedor del centro es mucho más pequeño.

Controlar el nivel de ruido en los comedores es solo una parte de este programa, ya que, según resaltó Nanín, hubo reuniones y charlas informativas con los escolares y también el personal de los centros, para, entre otros aspectos, informarles sobre el riesgo que generan los niveles altos de contaminación acústica. Este plan, resalta el Concello teense, toma como referencia iniciativas similares llevadas a cabo en colegios de Finlandia y también en Euskadi.

Cuando concluya el curso, el Consello Escolar Municipal hará un balance sobre los resultados del programa analizando su continuidad para la inclusión de nuevas iniciativas contra el ruido.