Robert Maxwell: «Al Mestre Mateo le preguntaría hasta qué punto pensaba en el color al esculpir»

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El catedrático de Historia del Arte en la Universidad de Nueva York afirma que poder ver de nuevo la policromía original del Pórtico es «extraordinario»

11 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Comparte nombre con el polémico magnate británico de la prensa internacional cuyo cuerpo reposa en el Monte de los Olivos. Pero el Robert Maxwell (Filadelfia, 1968) que visitó ayer Compostela es reconocido por ser uno de los máximos expertos en arte medieval del mundo. No tuvo aquí su mejor día, reconocía en una entrevista previa a la conferencia que dio ante un auditorio del Hospital dos Reis Católicos abarrotado de público, con un aforo para 200 personas. Se encontraba indispuesto y pasó una mala noche. Sin embargo, esto no impidió que el encuentro organizado por la Fundación Catedral y la Cátedra del Camino de Santiago y de las Peregrinaciones saliera adelante.

En él, el prestigioso profesor de la New York University habló sobre el apocalipsis, la visión del tiempo en el arte de la Edad Media y su relación con las sagradas escrituras. Todo ello, a muy pocos metros de una de las obras cúlmenes del románico, el pórtico de la Gloria, sobre el que tantas lecturas se han hecho a lo largo del tiempo. Como era de esperar, Maxwell aportó una mirada particular a la obra del Mestre Mateo desde la perspectiva de los sueños, «lo cual es muy diferente de las interpretaciones usuales», incidió. «A veces se dice que el Pórtico es intemporal, por el hecho de representar el apocalipsis, pero si miramos otros ejemplos de iconografía del apocalipsis la intemporalidad está construida por la importancia del tiempo y el momento específico».

«Las imágenes del apocalipsis en el Pórtico son, frecuentemente, composiciones. Es decir, aparecen en el Apocalipsis pero también en otros libros de la Biblia, es una colección de diferentes ideas. Pero los ancianos que portan instrumentos del Mestre Mateo son un signo muy claro de que se está hablando del Apocalipsis, frente otros elementos que no se refieren a él de una forma tan clara», indica.

¿Era el recordatorio del juicio final y el infierno una forma de mantener a raya la fe y a los pecadores? Maxwell recuerda que «el juicio final no aparece solo en el libro del Apocalipsis, también en los evangelios. La iconografía es compleja y no podemos reducir el Pórtico solamente al Apocalipsis, sería un error».

Restauración

El experto en arte medieval subraya, en todo caso, que una de las cosas más destacables en este momento es la posibilidad de volver a ver la policromía del pórtico de la Gloria y su color original. «Se está haciendo una restauración extraordinaria con la que podemos hoy contemplar por primera vez la obra tal y como era en el XII», señala Maxwell.

Asegura, de hecho, que si pudiera hacerle una pregunta al Mestre Mateo sería «hasta qué punto estaba pensando en el color y en la pintura del Pórtico al esculpirlo, en que las mejillas o los labios de una figura iban a tener un color sonrosado, por ejemplo, porque de no ser así quizás las podría haber hecho de otra forma».

«Hoy no tenemos información de cómo los escultores en los siglos XII y XIII trabajaban con los pintores. Asumimos que unos y otros eran personas diferentes. No hay razón para pensar lo contrario», continúa Maxwell, por lo que «sería interesante saber qué grado de influencia tuvo para el escultor del Pórtico la concepción de la pintura en su proyecto».

Para él, la sociedad actual podría aprender del arte medieval mucho: «En primer lugar, la importancia del patrimonio para nuestras culturas. Por ejemplo, el Mestre Mateo es importante para Galicia, pero también para España y Europa. Y es necesario apreciar estos trabajos y preservarlos porque son nuestra conexión con otras personas, otros tiempos y otros lugares. Pero, además, el arte medieval es importante porque nos hace pensar en otros problemas y repara en ideas del tiempo que siguen siendo relevantes hoy, aunque de forma distinta a cómo lo eran entonces».

El protagonista. Robert Maxwell se doctoró e hizo un máster en Yale en Historia del Arte. Se licenció en Estudios Medievales por Princeton University y desde el 2014 es catedrático de Historia del Arte en la Universidad de Nueva York.