La Policía investiga una nueva oleada de robos en vehículos de Compostela

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Decenas de conductores de las zonas de Sar y O Castiñeiriño se vieron afectados

22 mar 2018 . Actualizado a las 17:16 h.

La actividad fue intensa, desde primera hora, ayer en la comisaría de la Policía Nacional en Santiago. Al trasiego diario se sumaron un buen número de conductores. Acudieron a denunciar que, durante la noche, fueron víctimas de robos. Sus vehículos aparecieron con los cristales rotos. En la mayor parte, faltaban objetos del interior. El mismo modus operandi en todos los casos. Según informaciones extraoficiales, habría una veintena de afectados en la zona de Sar y cerca de una docena y media en O Castiñeiriño.

Uno de ellos es Luis Louzao. Dejó aparcada la furgoneta de la empresa en Picaños, en un descampado que es utilizado como aparcamiento por muchos vecinos. Por la mañana, se la encontró con un cristal roto. Se habían llevado un sistema láser valorado en unos 100 euros y un navegador que alcanza los 250 en el mercado. «Sin embargo, el soporte y el cargador del GPS se lo dejaron. Se nota que iban a por lo económico», apunta. «Y mucha prisa no llevaban, porque sino no se habrían parado a entrar en tantos coches. Había otros con los cristales rotos al lado de mi furgoneta, en Santas Mariñas y en el Cruceiro de Sar», relata.

«Lo peor no es lo que te llevan, sino el trastorno de perder toda una mañana para poner la denuncia, pelearte con el seguro, llevar la furgoneta al taller... Es un tiempo que pierdo para el trabajo», comenta Louzao, que pertenece a una empresa de montaje de piscinas y acuarios (AquaDiseño) en la cual «nos hacen falta los dos vehículos para el día a día».

No se escondieron

Una vecina de Sar cuenta que a ella le robaron 3 euros y una mochila con cosas del gimnasio de su Ford Kuga, que había aparcado en un callejón sin salida de la Calzada de Sar. Coincide con el anterior en que los ladrones «no se escondieron» y cuenta que, cuando fue a poner la denuncia, hacia las nueve de la mañana, se juntaron unos ocho afectados.

«A mí me revolvió todo, hasta la documentación estaba abierta. Supongo que buscaba algún billete dentro. Sin embargo, tenía un bolso con facturas que ni tocó», indica.

«Te fastidia porque es el coche que utilizo para el reparto en mi negocio. La luna es alemana y tarda cinco días en llegar. En los talleres están a tope, por lo que es posible que no lo tenga hasta después de Semana Santa. En el mejor de los casos, estaré dos días sin él. ¿Y cómo compro la mercancía?», se lamenta la mujer.

La Policía Nacional confirma que esa noche no hubo detenidos y el caso está en fase de investigación. Aunque los afectados dan por hecho que el culpable es un menor conflictivo que causó numerosos destrozos antes en O Castiñeiriño, «por el momento no se ha confirmado si unos hechos y otros guardan relación», subrayaron desde el cuerpo nacional.