El CHUS participa en una investigación para detectar antes males del páncreas

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

El estudio internacional busca identificarlos en análisis de orina, sangre o saliva

22 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El CHUS participa en una investigación internacional, con dos centros de Estados Unidos, otro sueco, y el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, para buscar métodos que permitan diagnosticar más precozmente males del páncreas. El objetivo es poder identificarlos en un análisis de orina, sangre o saliva, y los estudios para lograrlo avanzan. Así lo manifestó Enrique Domínguez, jefe del Servizo do Aparato Dixestivo de la Xerencia de Xestión Integrada del Sergas en Santiago, en su intervención anoche en el ciclo Charlas Saudables, de La Voz de Galicia. Llenó el salón de actos de Afundación y respondió al final a varias preguntas de quienes asistían, algunas planteadas por especialistas.

Domínguez admitió que cuando a una persona se le comunica que padece una enfermedad del páncreas reacciona con mucho temor. Pero sobre todo en los últimos diez años se aplican tratamientos que consiguen frenar la progresión de dolencias pancreáticas graves, dijo.

Para tener éxito es imprescindible detectarlas a tiempo. Y eso resulta complejo, manifestó «El diagnóstico es difícil, pues el páncreas está situado detrás del estómago, y duele en el estómago y en la espalda y por eso se piensa en otras dolencias con frecuencia», afirmó.

Para mejorar eso son necesarias unidades multidisciplinares, como la que funciona en el CHUS, sostuvo. En ella participan especialistas de digestivo, cirugía, oncología, radioterapia o anatomía patológica. Dispone de métodos muy precisos para el diagnóstico, como la ecografía endoscópica, que detecta por ejemplo tumores de pequeño tamaño que no aprecian otras tecnologías, como la resonancia magnética o el TAC (escáner). Además, se presta atención a pacientes de alto riesgo de padecer un cáncer de páncreas, que son quienes tienen dos o más familiares de primer grado que lo han padecido antes; tres o más familiares, de cualquier grado, afectados; o si hay algún caso de cáncer de páncreas y otros de tumores de ovario o mama en la familia, pues suelen asociarse.

Pero la mayoría de los tumores del páncreas son benignos, como los quísticos: afectan a un 2 % de la población y no siempre evolucionan a cáncer, dijo.