El mármol de la girola de la Catedral recupera su brillantez

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Éxito del proyecto piloto, que incluye la contra de madera y la reja

20 mar 2018 . Actualizado a las 12:56 h.

Una labor de auténtica cirugía en la que participan arquitectos, restauradores especializados en el tratamiento del mármol y expertos en la rehabilitación de madera y forja de hierro devolverá todo su esplendor original a una de las partes más vistosas de la cabecera de la Catedral, el trasaltar y el deambulatorio. A modo de proyecto piloto, ha concluido la primera fase de estos trabajos en este espacio esencial de la girola, y el resultado ya es visible en uno de los pilares próximos al acceso del camarín del Abrazo. Esta restauración se ha centrado en los mármoles que embellecen el pilar, así como en la contra de madera y la reja.

El origen histórico del aspecto actual esta parte emblemática de la basílica se sitúa en la introducción del barroco, impulsado por el canónigo José Vega y Verdugo, cuando comienza a trabajar en la fábrica catedralicia José Peña de Toro, a quien sucederán en la realización del proyecto Domingo de Andrade y Fernando de Casas. «La segunda mitad del XVII se dedica en buena medida a forrar, envelar y cubrir la arquitectura románica con columnas, baldaquinos, zócalos marmóreos y contras, para embellecer el espacio que circunda uno de los recintos más sorprendentes y desconocidos, el trasaltar y el propio deambulatorio», explica la Catedral.

Con el paso de los siglos, la suciedad, el desgaste, las sales y el daño en los anclajes provocó un gran deterioro de los mármoles, apreciable en buena parte del deambulatorio. Para acometer su restauración fue necesaria una labor científica, que exigió la búsqueda de piedras y mármoles para realizar pequeños injertos, así como el desmontaje de una sección, su numeración y reposición en un pequeño taller que se instaló en el interior del claustro.

El mármol rojo de Alicante y el negro de Calatorao, brecha, rosa coral, gris claro y gris ruibira conforman una variedad de materiales definen el esplendor que buscaron los restauradores de esta parte de la basílica. Además de los mármoles, fueron restauradas las rejas situadas en la parte superior del zócalo y las contras de madera, practicables, que permitían cerrar el perímetro de la capilla mayor.

Con estos trabajos avanza la restauración de la cabecera y el deambulatorio, promovida por la Fundación Catedral dentro del convenio con el Ministerio de Hacienda, la Xunta y la propia Fundación. Tras la evaluación positiva de esta primera fase, el proceso de rehabilitación continuará en las secciones contiguas.