Ignacio Amat Santos: «Se investiga mucho la insuficiencia cardíaca y salen nuevas terapias»

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Presentó en el Clínico una nueva técnica que aplicó por vez primera en Europa

31 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Aunque quizá se conozca menos, la insuficiencia cardíaca tiene una gran repercusión y causa más muertes al año que el cáncer. Quienes la sufren tienen una esperanza de vida media inferior la población sana, y fallecen después de una enfermedad que deteriora mucho su calidad de vida. En la fase final puede ser muy invalidante», afirma Ignacio J. Amat Santos, cardiólogo del Hospital Clínico de Valladolid. Ayer habló en el Clínico de Santiago, en el ciclo Cardiochus, de un nuevo avance para tratar este mal del corazón.

«La insuficiencia cardíaca es además el principal diagnóstico de los pacientes que ingresan en cardiología y uno de los más comunes en otros servicios hospitalarios. Se debe a una mala función del corazón, por distintos problemas, desde el infarto de miocardio hasta la hipertensión arterial. Ocasiona, fundamentalmente, cansancio y dificultad para respirar. También tiene importante repercusión en el gasto sanitario, pues hasta el 2 % de la población puede presentar este problema a lo largo de su vida», agrega.

En el CHUS ocasiona unos mil ingresos al año, indica el servicio de cardiología. El especialista vallisoletano resalta que «los reingresos de pacientes con insuficiencia cardíaca hacen que se deterioren más rápido, empeoran su calidad de vida y acortan su esperanza de vida». Pero frente a este panorama tan preocupante «se investiga mucho y salen nuevas terapias, tanto medicamentos como dispositivos percutáneos que se implantan sin necesidad de operar, y también avances quirúrgicos», manifiesta este experto.

El avance sobre el que habló ayer en Santiago es uno de los procedimientos que se realizan en las salas de hemodinámica de cardiología: «mediante un catéter -un pequeño tubo que se introduce a través de las venas, sin cirugía- se llega al corazón, para situar distintos artefactos que ayudan a que funcione mejor. La técnica que aplicamos en Valladolid por vez primera en Europa, a finales del 2014, consiste en implantar un dispositivo que ayuda a reducir las presiones elevadas dentro del corazón. Los dos primeros pacientes en quienes la aplicamos tenían mucha dificultad para respirar cuando hacían esfuerzos, porque la contracción de su corazón estaba debilitada por distintos problemas. Con el dispositivo que les implantamos se pretendía verificar si realmente les ayudaba a mejorar y era seguro. Y vimos que su fatiga, su dificultad para respirar, mejoró. Es un ensayo clínico y continúa con más pacientes, para comprobar si mejora su supervivencia y si se verifica que es realmente eficaz. Por eso ahora, el siguiente paso, es comparar los resultados en un total de 400 pacientes para demostrar si es eficaz».

Amat resalta que «cuando aplicamos estas técnicas nuevas, tenemos que hacerlo de una manera muy vigilada, por si surgiesen problemas en el medio o en el largo plazo; pero las sensaciones son muy buenas».

Ese dispositivo se denomina V-WAVE: «Crea un pequeño cortocircuito entre el lado izquierdo y el derecho del corazón cuando el izquierdo falla, de modo que el derecho de alguna manera ayuda a compensar ese fallo. Es probable que se comercialice para todos los hospitales en el 2019. Se está probando en 30 hospitales de varios países, y en España en el Clínico de Valladolid, el Clínico de Madrid y el Vall d’Hebron de Barcelona». El objetivo, insiste, es reducir los reingresos hospitalarios y la mortalidad de las personas afectadas por esta insuficiencia: «es un dispositivo caro, pero genera ahorro porque reduce el gasto en medicamentos y, sobre todo, en reingresos».

Especialista. Ignacio J. Amat Santos es cardiólogo del Hospital Clínico de Valladolid.

Avance. Habló en el Clínico de Santiago sobre un dispositivo, denominado V-WAVE, que aplicó por vez primera en Europa en su hospital. Es un avance para tratar la insuficiencia cardíaca.