Los bloques de piedra de la rúa das Rodas se desprenden de la calzada

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Una de las piezas ha caído sobre la acera y otras están sueltas

27 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La urbanización de la Costa das Rodas viene acumulando problemas prácticamente desde su inauguración en octubre del 2005. El último episodio se escribirá en los próximos días, cuando los operarios vuelvan a la calle para reinstalar los bloques de granito de los muros de esta calle. En la parte más próxima a la curva de San Roque, hace unos días cayó una de las grandes piedras, situada junto a las escaleras en sentido descendente, y el resto de los bloques están prácticamente fuera de su lugar y a punto de ceder. También en la zona baja, cerca de Porta do Camiño en sentido ascendente, las piezas de granito han perdido estabilidad. En este caso, no hay riesgo de desplome porque el desperfecto se ha producido en un punto en el que no hay diferencia de cota entre la calzada y la acera. Este tipo de daños no son nuevos y, de hecho, en la calle se sustituyeron recientemente varios bloques de piedra, que rompieron al caer hacia la acera en la zona más alta.

Los últimos deterioros de las piedras comenzaron por la zona más próxima a la curva de San Roque, y después fue afectando al resto de la fila. Fuentes municipales confirmaron que la pieza que cayó cerca de San Roque fue como consecuencia de la maniobra de un autobús, que se arrimó excesivamente al cruzarse con otro vehículo. Una simple observación en el lugar permite comprobar que la caja de la calzada se queda pequeña para el paso de los autobuses de mayor tamaño, por lo que los autocares se ven obligados a invadir el muro para poder hacer el giro.

El mal estado de la Costa das Rodas motivó, en agosto del 2016, una petición del PSOE para que se denunciase a la constructora Alea S.L., por «vicios ocultos» en la ejecución de la obra en el año 2005.

El edil socialista Francisco Reyes alegaba que la calzada había dado problemas desde el principio, y consideraba que podrían pedirse daños y perjuicios durante un mínimo de quince años, si se demostrasen los «vicios ocultos». El gobierno local apuntó que el requerimiento debió hacerse en su momento.

El pavimento de hormigón fue sustituido por asfalto ante su grave deterioro

 

 

El pavimento de hormigón y sílice elegido por los técnicos de Patrimonio para la reforma de la calzada de la Costa das Rodas fue presentado como la gran solución para conseguir el equilibrio entre los requerimientos patrimoniales de protección del casco histórico y la necesidad de disponer de una superficie que soporte una alta intensidad de tráfico. Sin embargo, esta combinación no ofreció los resultados esperados. Aunque en el fracaso de este hormigonado fue determinante el hecho de que se colocase una base de quince centímetros, en lugar de una de cuarenta para asegurar la resistencia del firme.

En poco tiempo, el paso de los coches hizo que el pavimento fuera cuarteándose y los baches salieran a lo largo de toda la cuesta. Tras numerosas actuaciones de rebacheo, en las que se solo se tapaban los agujeros con parches de asfalto, en agosto del 2016 se realizó una primera actuación en la que se corrigieron los defectos mediante el asfaltado de grandes franjas de la calzada. Para estos trabajos hubo que cortar la calle durante varias semanas. Unos meses después, se optó por retirar el hormigón y echar asfalto en toda la cuesta, con el fin de terminar definitivamente con la aparición de baches.

Esta intervención se presentó como provisional hasta que se busque otra solución más acorde con el nivel de protección que exige el casco histórico de la ciudad. Por ahora, la calzada de As Rodas está aguantando mejor el paso de los vehículos. Pero ahora el problema está en los muros que delimitan la calzada.