El Parlamento frena el intento de En Marea de trasladar la locomotora Sarita de Padrón a Vilagarcía

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

El PP vetó la demanda por el rechazo que genera en el Concello de Padrón y la Fundación Camilo José Cela

18 ene 2018 . Actualizado a las 17:58 h.

La locomotora Sar, humanizada con afecto por su coetáneos con el nombre de Sarita, es parte sustancial de la historia ferroviaria de Galicia, pues fue cabeza tractora de la primera línea de ferrocarril, la que unía Cornes (Santiago) con Carril (Vilagarcía). Actualmente, la pieza se exhibe en Padrón como parte del patrimonio de la Fundación Camilo José Cela. Pero cuando la entidad fue intervenida para ser tutelada desde la Xunta, en el 2012, desde Vilagarcía se lanzó una campaña para llevarse la Sarita de Padrón, iniciativa que este jueves fue frenada en seco en el Parlamento gallego.

Fue el grupo de En Marea, el encargado de llevar a la Cámara autonómica la petición, avalada recientemente por toda la corporación municipal de Vilagarcía, para que Sarita regrese a lo que la diputada Luca Chao entiende que es «o seu emprazamento orixinal», con fin de formar parte del Museo do Ferrocarril de la capital arousana con el fin de dinamizarlo. Tanto el BNG como el PSOE apoyaron la demanda, aunque la socialista Concepción Burgo hizo la salvedad de que el traslado de la locomotora debería hacerse «con toda a cortesía» y sin generar un conflicto con el Concello de Padrón.

Es un requisito que, no obstante, la diputada Teresa Egerique (PP) aseguró que no se cumplía en estos momentos, pues ni la Fundación Cela ni el Concello de Padrón están de acuerdo con la enajenación de un bien que consideran directamente vinculado a la villa padronesa y a la familia de John Trulock, abuelo del Nobel de Literatura, gerente en su día de The West Galicia Railway Company, la empresa que explotó la línea Cornes-Carril y que trajo a Galicia la locomotora fabricada en 1880 en la ciudad inglesa de Leeds.

También recordó Egerique la gerencia de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, que cedió la locomotora a la Fundación Cela en 1986, se manifestó a favor de que Sarita continuara en Padrón y de evitar lo que en la villa rosaliana podría ser interpretado como un expolio. «Hai que ter coidado», advirtió la diputada popular, «porque isto pode ser espir un santo para vestir outro», dijo, para justificar su voto en contra de la petición avalada por toda la oposición.