Ramsés Gallego: «La gente cree que los ciberataques son cosas del cine y no, pasan a diario»

Susana Luaña Louzao
Susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Nadie está a salvo, advierte este especialista en seguridad tecnológica; de ahí que recomiende precauciones a los usuarios

16 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ramsés Gallego Iglesias es barcelonés, pero pasa 200 de 365 días fuera de casa. «Voy por el mundo y visito 25 países al año». Su profesión, que en inglés americano lleva el nombre de Strategist&Evangelist, consiste, como su traducción simultánea indica, en «predicar el credo de la compañía para la que trabajo». Trabaja para Symantec, líder mundial en ciberseguridad, y es el relaciones públicas de la compañía, un campo que maneja tras una vida dedicada a la seguridad y una actitud que le lleva a estar pendiente de lo que pasa en todo el mundo y, sobre todo, «a anticiparme a lo que pasará, a los factores de riesgo. Porque si ocurre algo en Asia, lo más probable es que acabe ocurriendo aquí». Su misión lo trajo ayer a Santiago para participar en Os luns do Ateneo, donde impartió la conferencia que lleva por título Cuando la seguridad se convirtió en ciberseguridad. Con ella, el Ateneo de Santiago abre el ciclo de conferencias con los que celebra diez años de actividad.

El ciudadano común es consciente de que hay ciberataques, pero cree que solo en la sala de cine, y que a él, como mucho, le puede atacar un virus que le estropee el ordenador. Nada más lejos de la realidad. «Ya no hablamos de amenazas, sino de ciberamenazas; ni de guerras, sino de ciberguerras. Estamos en una era de cambio y eso se vio muy bien en las elecciones catalanas con una potencial injerencia de manipulación en la que la tecnología es una forma de ataque». Y por si quedaba alguna duda, Ramsés Gallego aporta ejemplos que, en efecto, afectaron a un sinfín de empresas o a millones de ciudadanos, como el WannaCry, el virus que el pasado mes de mayo dañó a millones de ordenadores y tomó como rehén la información de hospitales, fábricas, universidades o compañías ferroviarias a cambio de dinero. En el Reino Unido hubo que anular operaciones urgentes. Eso sí es perjudicar directamente a la población. «Hubo un momento en el que si se atacaba la web de un partido político se hacía para demostrar habilidad; hoy en día ya no, ahora hay una intención inequívocamente criminal para obtener dinero».

Hay casos de impacto internacional que han podido ser demostrados, como el intento de influir en las elecciones americanas o la injerencia en los correos del Partido Demócrata. «Y está probado que detrás de WannaCry estaba un grupo vinculado a Corea del Norte; no digo que fuese su gobierno, pero sí procedente de ese país». Por lo tanto, «si pensamos que esto va de unos virus que afectan a los ordenadores, pues sí... pero también de mucho más, un padre de familia normal cree que a él no le afecta, la gente piensa que los ciberataques son cosas del cine y no, pasan a diario». De hecho, España ha batido el récord de ciberataques el año pasado.

La lucha contra estas amenazas es cada vez más compleja, porque ha pasado de la tecnología a los contenidos, con las posverdades, las falsas noticias o las identidades que se esconden detrás de los trolls. «Hay leyes que lo castigan, lo difícil es dar con la atribución, porque si tu intención es mala, vas a disfrazar tu identidad». Sorprende, por lo tanto, que el Ministerio de Defensa tenga previsto contratar a hackers, siendo ellos los autores de esos ataques. «Hay una verdad muy dura, y es que la ley va siempre por detrás de la tecnología y una de las maneras efectivas para luchar contra ellos es contratando al más listo de la clase, al hacker de guante blanco».

Aclarado ya que nadie está al margen de este peligro, recomiendas dos medidas al usuario corriente: «La primera es el sentido común, si no te pones a gritar en el bus sobre lo que vas a hacer ese día, no lo hagas tampoco en las redes sociales». La segunda, proteger los dispositivos, pero no solo con un antivirus, sino con soluciones globales contra dichas amenazas.