«Lo más difícil fue lograr el equilibro con el amargo de la flor de toxo»

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

LUIS COBAS

Jesús Lareo y María José Calviño han creado la Crema Gallega en su taller Postres Caseros Casa Xacobe de Sigüeiro

14 ene 2018 . Actualizado a las 21:45 h.

Está claro que a nadie le amarga un dulce, y si el sabor recuerda a las raíces de cada uno, el interés por probarlo está garantizado. Bajo esta premisa, desde el taller de repostería artesanal de Sigüeiro de Jesús Lareo y María José Calviño, Postres Caseros Casa Xacobe, ha salido un producto que cuanto menos invita a conocerlo. Decir que se llama Crema Gallega deja demasiadas incógnitas al paladar, pero a renglón seguido añadir que es una crema gallega con un toque de flor de toxo ya marca un punto de inflexión que despierta la curiosidad, seas o no larpeiro.

Lareo, que aprendió el oficio de los fogones y de la repostería en el centro compostelano de Lamas de Abade, ha introducido la Crema Gallega en la hostelería, pero también se plantea hacerlo en la cesta de la compra de todo aquel que quiera comprobar a qué sabe la flor de toxo.

La idea de aprovechar esta flor amarilla símbolo de Galicia se la planteó a él y a su mujer, María José Calviño, un amigo afincado en Francia, que tras probar su Capricho Celta (elaborado con castaña, chocolate y galleta) y su Delicia de Queimada Gallega les sugirió elaborar un producto con la flor de toxo.

Esta aventura le pareció a ambos una opción muy interesante, sobre todo porque, según explica María José, naturópata, «la flor de toxo tiene muchas propiedades medicinales como depurativo hepático, por lo que al final conseguimos que nuestra Crema Gallega sea un producto saludable, que además está hecha sin conservantes ni colorantes». «Lo más difícil fue lograr el equilibro con el amargo de la flor de toxo, para que, sin perder ese punto, sea un dulce», resalta Jesús Lareo, que reconoce que trabajaron durante más de un año hasta conseguir la receta final.

Una crema y un caramelo

El esfuerzo mereció la pena doblemente, ya que en su particular aventura hubo algo de serendipia y de paso que consiguieron cerrar la receta de esta crema con esencia flor de toxo también crearon un caramelo con este particular sabor vinculado a Galicia. «Y es un caramelo que tiene muchísimos más usos, aparte de servirse con nuestra Crema Gallega», añade Calviño, que ha aplicado sus conocimientos como profesional de la de nutrición para plantear múltiples recetas a partir de este producto.

Cuando la fórmula de la crema estaba más o menos consolidada llegaron los matices. «Se la dimos a probar a varias personas y todas nos decían que estaba muy buena, pero no lo estaba para mí. Aun le faltaba algo», recuerda el repostero. Y siguieron trabajando en la crema hasta que un buen día llegó su particular Eureka y con ello el registro del producto, que es único en el mercado.

El mérito de este postre, no solo está en la experimentación, sino en el uso de productos de primera calidad. El primero de ellos, insiste Jesús Lareo, es la leche. «Puedes conseguir leche de pastoreo con cierta facilidad de los particulares, pero contar con un suministro con todos los controles, no lo es tanto». Ellos lo lograron y a su taller de Sigüeiro llega leche de pastoreo de la zona de A Estrada, ya que otra de las filosofías de esta pequeña empresa es trabajar con materia prima de máxima calidad y también de cercanía. «Queremos presumir de los productos de aquí», añade María José Calviño.

Desde que su Crema Gallega salió al mercado el año pasado este postre se puede consumir en restaurantes de toda España, pero su reto es que cualquier persona que acuda a una tienda o supermercado pueda encontrar este producto. Y en algunos ya pueden conseguirlo.

Producto. La Crema Gallega es un «exquisito postre con leche fresca, esencia de flor de toxo y vainilla».

Investigación. Jesús Lareo y María José Calviño emplearon un año en conseguir la receta de su último producto, el séptimo de la Casa Xacobe.