La okupación de una casa abandonada agrava la situación

La Voz

SANTIAGO

Xoán A. Soler

14 ene 2018 . Actualizado a las 12:36 h.

El del menor que acostumbra a romper ventanillas de los coches a pedradas y robar en el interior de algunos de ellos no es el único problema que desvela últimamente a los vecinos de O Castiñeiriño. También han tenido que ver como un numeroso grupo de okupas se ha instalado en una gran casa de piedra con finca que está situada en el vial que da acceso al colegio Manuel Peleteiro. La vivienda estaba abandonada tras ser embargada por un banco, circunstancia que aprovecharon sus actuales moradores para instalarse en ella de forma ilegal.

Los vecinos creen que estos son los mismos okupas que anteriormente estuvieron viviendo en unas casas de la calle Restollal, viviendas que se vieron obligados a abandonar tras declarase varios incendios en ellas que, según se sospecha, habrían o provocado ellos mismos en un descuido o se habrían producido por un cortocircuito causado por la deficiente e ilegal conexión a la red eléctrica.

El caso es que la presencia de los okupas no ha hecho más que agravar la situación en la que se encuentra el barrio por culpa del menor que destroza coches y roba. «Dun tempo a esta parte empezaron a aparecer pintadas nos edificios, rouban o pan das portas e temos que soportar moi malos modos e desplantes porque o parque infantil ao que imos cos nosos fillos está ao lado da casa okupa e sempre andan eles polo medio», señala una vecina.

En O Castiñeiriño tan solo quieren «estar tranquilos, como estivemos sempre». Un anhelo que ahora tienen muy lejos por culpa del conflictivo menor que ataca sus coches y de los okupas. «Queremos pedirlle ao Concello que por favor faga algo porque non se pode vivir con esta intranquilidade», añaden.