Las empresas municipales y el Auditorio suman un presupuesto de 7,5 millones

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOSE CASTRO

Incolsa manejará 2,97 millones con el propósito de consolidar el crecimiento de la demanda turística

23 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las empresas municipales de turismo y transporte, así como el organismo autónomo Auditorio de Galicia, también dependiente del Ayuntamiento, gestionarán en total en el 2018 un presupuesto de 7,5 millones de euros. Sus consejos de administración le dieron el visto bueno recientemente -el último fue ayer el Auditorio- y ahora deberán hacerlo sus juntas de accionistas, que se corresponden con el pleno de la corporación, antes de proceder a la aprobación de las cuentas del Concello para ese mismo año.

Por cuantía, el Auditorio es el que manejará el presupuesto más alto: 3.098.0490 euros. En buena medida se financiará con los presupuestos municipales, toda vez que es desde este organismo desde el que Raxoi proyecta su política cultural. Además de la programación habitual para ese ámbito, en el 2018 está previsto abrir convocatorias de ayudas para el sector cultural, dentro de la línea de acción cultural participada defendida por Compostela Aberta. Además, incluirá novedades vinculadas con el Año Europeo do Patrimonio y pondrá en marcha C (ultura) en familia, una iniciativa para promover las artes escénicas y musicales entre los más pequeños.

Incolsa, la sociedad municipal de turismo, manejará prácticamente tres millones también (2,97), con cuya gestión pretende consolidar el crecimiento de la demanda turística, incrementar el gasto y la estadía media en la ciudad y «continuar cos bos datos cos que se pecha o 2017», según el Concello.

En cuanto a Tussa, la única que no se nutre de fondos municipales, dispondrá de 1,4 millones. Esta sociedad continuará con la dotación de marquesinas en el rural y afrontará mejoras en el párking de Belvís, aunque también prevé asumir la gestión de los de Pontepedriña y Olvido, si bien el primero está pendiente todavía de una negociación del Concello con Adif. El segundo, de que lo reactive el propio Ayuntamiento.