La renovación de la cubierta central abrirá las obras del 2018 en la Catedral

R.?M. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Aunque el del Obradoiro se retirará en marzo, habrá más andamios en el templo

25 nov 2017 . Actualizado a las 22:55 h.

La fachada catedralicia del Obradoiro quedará sin andamios en marzo, después de varios años tapada parcial o totalmente. Lo agradecerán sin duda miles de turistas, porque ninguno deja de inmortalizar su estancia en Compostela sin fotografiar el frente principal de la basílica. Sin embargo todavía habrán de encontrarse con más de una de esas estructuras. Ya sea en el interior o en el exterior de la basílica, los andamios formarán parte del paisaje catedralicio en los próximos años. Entre el 2018 y el 2020 se afrontarán todavía nueve proyectos, el doble de los que están en ejecución. Y, en mayor o menor medida, requerirán andamiaje.

Cuándo y por cuánto tiempo son datos de los que la Fundación Catedral informará a través de un boletín electrónico a medida que lo requieran los trabajos. Se trata de facilitar la visita al templo al tiempo que se mantiene su rehabilitación. Porque si la actividad restauradora ha sido intensa hasta ahora, no lo será menos en adelante.

Con el plan director del templo como guía para la prelación de las intervenciones y el convenio de la Administración central como principal sustento financiero, la Catedral quiere estar a punto para el año jubilar del 2021, lo que significa actuar sobre paramentos, cubiertas y fachadas para asegurar la estanqueidad del templo frente a humedades, afrontar la restauración de elementos singulares y la limpieza exterior del monumento. La basílica quiere presentarse en todo su esplendor desde el inicio del año santo. De hecho se prevé que ninguna obra llegue hasta el 2021 y que incluso las últimas concluyan a mediados del 2020.

Seis de los nueve proyectos pendientes comenzarán en el 2018. El primero será la intervención en las cubiertas de la nave principal y el crucero, presupuestado en poco más de dos millones. La previsión es que se pueda iniciar en febrero, al igual que las cubiertas del ala norte del claustro (580.000 euros) . Según el calendario estimado que maneja la Fundación Catedral, en marzo llegaría la restauración de las cubiertas y la fachada del ala oriental del claustro -la que da a Praterías- y la torre del tesoro (1.260.000 euros), así como la actuación sobre los paramentos interiores y las bóvedas de la nave central, transepto, naves laterales y triforio (2,1 millones).

La reforma de las cubiertas de la capilla del Cristo de Burgos, sus sacristías y la adecuación de la fachada del patio de Xelmírez (928.000 euros) arrancaría también en ese trimestre, al igual que el proyecto de los paramentos verticales de la girola (530.000 euros. Todas ellas se prolongarán hasta distintas alturas del 2019 y coincidirán en parte con las obras en marcha de la fachada del Obradoiro, las cubiertas de la cabecera y los zócalos de la capilla mayor.

Las cubiertas de la Catedral se renovarán en su totalidad. Y prácticamente se harán todas a partir del 2018. De momento solo se ha actuado sobre la del pórtico de la Gloria, porque en la de la capilla mayor (obra en marcha) apenas se ha empezado y la del cimborrio (ya ejecutada) no se considera cubierta. Ello deja por delante un amplio trabajo en distintos proyectos que se extenderán hasta el 2019.

La más extensa, la de la nave principal y el crucero, precisará 17 meses de obra. Prácticamente año y medio, pero es que también se actuará sobre unos 3.200 metros cuadrados, incluyendo las capillas de la girola. Y las cubiertas del edificio claustral sumarán otros 1.300 metros cuadrados.

En el 2019 todavía empezarán tres actuaciones, de las que dos terminarán en ese mismo ejercicio. De enero a junio se afrontarán la labores de conservación de todos los elementos originales, estructura y elementos decorativos del baldaquino (398.000 euros), así como la restauración del altar de plata y la rejería (199.000).

La última intervención, programada entre mayo del 2019 y junio del 2020 y presupuestada en un millón de euros, restaurará las pinturas del cimborrio que queden pendientes de la primera fase -en ejecución desde el pasado octubre y hasta febrero-, las del transepto y la capilla mayor. El templo permanecerá abierto en todo momento, si bien algunas obras conllevarán restricciones de culto.

Seis equipos de trabajo prestan asistencia técnica

 

 

Casa da Fábrica. Así se llama la oficina técnica creada por la Fundación Catedral para el desarrollo del plan director de la basílica, un trabajo que lidera apoyándose en la asistencia técnica de seis equipos de trabajo. Dentro de la ejecución de ese plan director, el convenio entre el Gobierno, la Xunta y la Fundación Catedral, por el que el primero aporta 17 millones de euros, sufragará en buena medida las obras a realizar hasta el 2020. Con dos millones de ese fondo ya invertidos, restan 15, si bien la fundación aportará también del 2018 al 2020 algo más de 2,1 millones. Al margen de actuaciones previas asumidas con aportaciones públicas y privadas, del 2013 al 2017 se han realizado obras por 9 millones vinculadas a ese plan: La Catedral aportó tres millones con recursos propios, mientras que la inversión pública llegó a través del Consorcio (2,9 millones), la Consellería de Cultura (1,2), Fomento (1,6) y Turismo de Galicia (562.183 euros).