La mayoría de las apps del Camino no cumplen con criterios de web accesible

Ocurre con muchas situaciones y lugares en la vida cotidiana, así que el Camino de Santiago no iba a ser diferente. La última jornada de la segunda edición del foro del Camino Fairway analizó la accesibilidad de las rutas de peregrinación a Compostela y lo hizo de la mano del director de Accesibilidad Universal e Innovación de la Fundación ONCE, Jesús Hernández Galán, que destacó que la accesibilidad debe ser tratada desde múltiples perspectivas, ya sea la captación de información, el transporte, el alojamiento y el propio recorrido. Un recorrido que por orografía a veces es complicado de hacer accesible, entre otras cosas porque las grandes pendientes complican seguir el trazado para algunas personas con discapacidad.

La geografía por la que pasan las rutas de peregrinación a Compostela no se puede cambiar, pero sí se pueden poner en marcha otras iniciativas para contribuir a hacer un Camino mucho más accesible, Porque la accesibilidad «no es cara» si se tiene en cuenta desde el primer momento. Lo caro es cuando el edificio se diseña mal desde el principio, según el representante de la ONCE, que debatió sobre esta cuestión con el gerente de la SA de Xestión do Xacobeo, Rafael Sánchez Bargiela, y Simón Neira, gerente de Geozzy.com.

De hecho, subrayó la importancia de que se tengan en cuenta las necesidades de todas las personas a la hora de diseñar productos y servicios turísticos y así garantizar el derecho de las personas con discapacidad al ocio y la cultura. Quedan cosas por hacer, por supuesto, y Hernández Galán fue crítico en su intervención sobre las nuevas tecnologías. Según denunció, la mayoría de las aplicaciones para el Camino no cumplen con los criterios de web accesible, lo que dificulta su uso por aquellas personas con alguna discapacidad.

Hernández Galán también recordó que los criterios de accesibilidad, además de dar una ventaja competitiva al Camino, también afectan a las personas mayores.

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