Noriega reconoce que Raxoi pudo actuar mejor en el incendio de Xeneral Pardiñas

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

«Ao mellor nos faltou ser mais proactivos», señaló el alcalde tras las quejas vecinales

14 nov 2017 . Actualizado a las 17:21 h.

Mientras los habitantes y comerciantes del inmueble del número 20 de la calle Xeneral Pardiñas, que el pasado martes tuvieron que desalojar sus viviendas por la densa humareda provocada por un incendio en un contador, intentan poco a poco recuperar la normalidad, el alcalde compostelano, Martiño Noriega, ha reconocido que la colaboración y el interés del Concello con los afectados pudo no estar a la altura de las circunstancias.

Ante la críticas de los vecinos, que echaron en falta que Raxoi no se preocupase del restablecimiento de algunos servicios como el agua y, entre otras quejas, que se interesase por la situación de los afectados a la hora de buscarse alojamientos alternativos, Noriega señaló ayer que, si bien «non tivemos ningún tipo de demanda dos veciños, ao mellor nos faltou ser más proactivos e termos tomado a iniciativa de ver se algo era necesario».

El regidor matizó que «eu estiven persoalmente no momento da extinción informándome das persoas que foron trasladadas ao hospital para ser atendidas por inhalación de fumes e dando por certificado que o lume fora controlado», pero señaló que su labor se había centrado en la situación de emergencia vivida, y no tanto en las necesidades posteriores, «porque non tivemos constancia de que fora necesario tomar algún tipo de medida habitacional ou substitutiva derivada dos recursos dos veciños».

Tras conocer las quejas de los afectados por el incendio, matizar el papel que había desempeñado el Concello y «respectar a súa opinión», Noriega reconoció también que tenían que «aprender destas situacións».

Siete días después del incendio, que afectó al cuadro de contadores pero que provocó importantes daños en todo el edificio derivados del humo, parte de sus habitantes aún no han regresado a sus domicilios porque no han terminado los trabajos de limpieza en todos los pisos, aunque algunos de ellos ya los ocuparon el pasado sábado. En los bajos comerciales la actividad sigue siendo desigual. Así, el bar Eirado, tras importantes tareas de limpieza, ya está abierto, pero otros establecimientos siguen cerrados porque faltan por instalar canalizaciones y servicios de telecomunicación, entre otras necesidades. La comunidad de propietarios está pendiente de la revisión de los ascensores, que ya funcionan al igual que la luz de los pasillos, pero con problemas derivados de los daños del humo.