Quiere ser el gran albergue del 2021, pero ya se prepara para acoger a los que se adelanten
13 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Con el redescubrimiento y puesta en valor de las piscinas, la zona de ocio del Monte do Gozo resucitó el pasado verano y lo hizo para aliviar el cansancio de los caminantes y refrescar a los compostelanos. Pero aunque las lluvias se resistan, hace ya semanas que la temporada estival se despidió, y el desamparo se hizo de nuevo con las instalaciones, que precisan ahora de actuaciones complementarias para culminar el trabajo iniciado a través del plan de actuación en el que trabaja desde hace un año Turismo de Galicia. Algunas son labores de mantenimiento, pero la mayoría se centrarán en la puesta en valor de espacios e instalaciones que quieren recuperar el protagonismo que tuvieron antaño.
Las piscinas despidieron a los bañistas y dieron la bienvenida a los patos, amos y señores de las charcas artificiales sobre las que madura el verdín. A lo lejos, reposa el auditorio, que precisa de un buen lavado de cara para poder acoger de nuevo los espectáculos para los que fue creado. La hierba se asentó hace tiempo en las gradas y el paso de un cortacésped se hace inevitable para que la piedra y el recinto den cobijo a futuros espectadores de conciertos al aire libre y de representaciones teatrales.
Cuando el público llegue necesitará de servicios complementarios, y el espacio central en el que se ubicaban las cafeterías, restaurantes y tiendas varias deberá desempolvarse el ambiente desolado que presenta en la actualidad, con los toldos sucios, las sillas amontonadas en el interior y las hojas secas paseándose por las terrazas. Mejor aspecto tiene el parque infantil, que fue también remodelado antes del verano, pero que ahora acusa la falta de niños y la llegada de las tímidas lluvias de los últimos días.
Barracones hay muchos; treinta en total, pero solo tres están en condiciones de acoger a los pocos peregrinos que los últimos días disfrutaron de ese regalo emocional que supone contemplar por primera vez las torres de la Catedral. Los demás están abandonados, cerrados desde hace años y sus puertas, selladas por la hierba y las zarzas. Tras los opacos cristales de algunos se atisba el abandono interior. Todos ellos, con la excepción de los tres habilitados en la parte alta, precisan de una importante puesta a punto si quieren estar al día para la gran cita del Xacobeo del 2021.
Las papeleras están rotas y acumulan desperdicios que se adivinan antiguos; los charcos se suceden junto a las paredes exteriores de los barracones alimentando el musgo y la humedad, y las hierbas asilvestradas precisan de la mano de un buen jardinero que las amanse.
La recuperación del Monte do Gozo comenzó el año pasado con la plantación de árboles, la rehabilitación del patrimonio y la restauración de los espacios de ocio que rodean al complejo. La inversión pendiente permitirá poner en valor el mayor parque de Santiago y una de las principales señas de identidad de los caminos que culminan en la tumba del Apóstol.
La inversión prevista completará la recuperación ambiental y de las infraestructuras