Pedagoga laboral en Santiago, cree que la mala organización laboral «genera tensiones y conflictos en el trabajo»
17 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Una «mala organización del trabajo genera dudas acerca de cuál es el cometido de cada uno y no precisar cómo quiere el responsable que se hagan unas determinadas tareas» son algunos de los motivos que «generan tensiones y conflicto en el centro de trabajo». Nelly Rey Rey, pedagoga laboral de Santiago, se muestra segura de que «estos conflictos son perfectamente evitables», y solo es necesario «poner las medidas para que el centro de trabajo sea un lugar agradable y ameno, donde cada uno sepa con exactitud qué hacer, cuándo, y cómo», porque la «claridad de funciones» evita tensiones y «malos entendidos» que repercuten en la salud de los trabajadores y, por tanto, en la producción.
«Dejar correr el problema, y esperar a que se solucione solo» es, en opinión de Nelly Rey, la «peor de las opciones, porque no hay magia para solucionar los conflictos laborales entre trabajadores o entre trabajador y jefe». Los problemas «tienen que afrontarse cuando surgen, aunque lo mejor es evitar que lleguen a generarse». Para ello, la organización del trabajo es una técnica eficiente y eficaz que repercute directamente tanto en la producción como en el buen desarrollo de un negocio.
Aunque suele ser más habitual vincular la organización del trabajo con las grandes empresas, la pedagoga compostelana considera que en las pequeñas y medianas empresas también es fundamental «no dejar la organización al azar». Incluso en los comercios, «donde el propietario del local comparte prácticamente todo el día con uno o dos trabajadores, es fundamental que cada uno sepa cuál es su puesto y que se cree un buen ambiente de trabajo». En las empresas más pequeñas, aquellas que funcionan como un negocio familiar, los conflictos pueden causar un «malestar mayor entre los trabajadores y provocar las clásicas tensiones, que acaban generando estrés y ansiedad en los trabajadores». Rey matiza que «no se trata de caer en el buenismo, porque ser un buen jefe no significa que no tenga que ser seguro y firme a la hora de dirigir la empresa, ya sea una empresa grande o pequeña».
Nelly Rey, en su charla de ayer dentro de las jornadas de prevención de riesgos laborales organizadas por Compostela Monumental, insistió en que «las tensiones generadas por una mala organización laboral están detrás de enfermedades vinculadas al estrés». En su ponencia abogó por la comunicación como la mejor arma contra los conflictos laborales, «porque el 90 % de los problemas son consecuencia de la falta de comunicación».
En muchos casos, los trabajadores sienten «desconfianza, miedo o cierto temor» a la hora de poner sobre la mesa una serie de conflictos. «Cuántas veces hemos oído decir, ante un problema en el trabajo, aquello de no te metas, no vaya a ser que salgas perjudicado», apunta Nelly Rey; pero, en realidad, «con comunicación, si se dicen las cosas, es posible buscar soluciones, y lo que es más importante, se evita que el conflicto se enquiste». La pedagoga considera que la clave para evitar problemas es «establecer claramente el trabajo que tiene que hacer cada uno», lo que evitará conflictos entre trabajadores, que se sienten «maltratados o peor tratados que otros, porque creen que siempre caen sobre ellos trabajos que tendrían que hacer otros, o que asumen tareas que no son suyas». Nelly Rey insistió en que los «conflictos y el malestar en el trabajo causan enfermedades, que se traducen en coste laboral, así que es evidente que compensa más apostar por la organización y por la comunicación frente a la desorganización y la incomunicación».
La protagonista. Nelly Rey Rey, licenciada en Pedagogía Laboral por la USC. Ejerce desde hace diez años, y fundamentalmente trabaja con pequeñas y medianas empresas.
Próxima ponencia. El jueves, 19 de octubre, a las 20 horas, Isidro González Marcote ofrecerá una charla bajo el «Trabajadores especialmente sensibles: más allá de la prevención de riesgos laborales».