Ricardinho fue dos veces muy grande en Sar

SANTIAGO

Garrei

El internacional luso atendió a la afición durante más de media hora

24 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ricardinho es al fútbol sala lo que Messi o Zidane al fútbol once, lo que Magic Johnson o Curry al baloncesto, lo que Van Gogh a la pintura o Mozart a la música clásica. Artistas.

Cada vez que el diez del Inter Movistar visita Compostela, el Multiusos de Sar multiplica el número de espectadores que acuden a los partidos del Santiago Futsal. El internacional portugués no dejó alguno de esos detalles que él y pocos más son capaces de pintar con el balón en los pies. Pero sí quedó su sello, porque marcó el primer gol y el último, e inventó un pase al espacio para Rafael que es de los que desafían la geometría.

Fue grande durante el partido, pero todavía más grande a la conclusión. Porque departió con una legión de aficionados, la mayoría críos, que se quedaron esperando para llevarse una foto, un selfi o una firma del astro luso. Primero atendió a los que se aproximaron a una de las esquinas. También a los periodistas que se acercaron en busca de una entrevista. Y, cuando ya se retiraba a los vestuarios, vio la grada que está frente al palco repleta de chavales, de lado a lado. Según las zonas, dos, tres o cuatro filas, unos cuarenta metros de lado a lado.

Podía haber hecho un gesto como que ya era tarde, porque la mayoría de jugadores estaban en los vestuarios desde hacía unos minutos. Pero lo que hizo fue un ademán inequívoco de que empezaba por un lado y atendería todos los requerimientos. Media hora después de acabar la contienda, allí seguía. Y al día siguiente compartió un vídeo en su cuenta de Twitter dando las gracias por el cariño recibido.

El agradecimiento será eterno por parte de los niños y jóvenes que encontraron tanta receptividad en su ídolo. Muchos estarán esperando ya una nueva visita de Ricardinho a Sar. Y más de uno se enganchará al deporte del cuarenta por veinte solo por ese gesto. El diez del Inter Movistar hizo honor al número que lleva en la espalda. Con el balón y sin el balón. Se ganó los tres puntos y el corazón de la grada.