La actuación se centra en enclaves de la ruta con exceso de mensajes publicitarios, como el cruce de A Barquiña
22 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Camino de Fisterra-Muxía es uno de los mayores recursos económicos de Negreira, por lo que la proliferación de malas prácticas en lo que atañe a publicidad y señalización es bastante habitual en los puntos por los que transcurre la ruta jacobea dentro del término municipal. Tanto es así que la propia Xunta ha tenido que intervenir retirando el exceso de publicidad en lugares como el cruce de A Barquiña, donde los peregrinos enfilan una pronunciada subida antes del descenso final hacia la villa.
Erradicar la mala imagen que algunos propietarios de negocios ocasionan al Camino no es fácil. Los responsables municipales deben vigilar y controlar la colocación de cualquier tipo de publicidad, esencialmente carteles, en los tramos urbanos del Camino sobre los que tienen competencias. A su vez, la responsabilidad de esa tarea en el trazado no urbano corresponde a la Dirección Xeral de Patrimonio.
Lo cierto es que la cartelería ha ido proliferando a medida que aumenta el número de peregrinos y se van abriendo nuevos negocios, pero como no existe una normativa municipal específica al respecto impera cierta permisividad por parte del Concello, hasta el punto de que los carteles se colocan en las farolas del alumbrado público. Una de las pretensiones municipales es crear una ordenanza que regule la publicidad y señalización.