Raxoi mantendrá con ajustes la restricción de tráfico en Xoán XXIII

r. martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Los usuarios del colegio López Ferreiro tendrán también acceso rodado al ámbito

07 sep 2017 . Actualizado a las 01:25 h.

El gobierno local mantendrá con ajustes las restricciones de tráfico que implantó a principios de julio en San Francisco y el primer tramo de Xoán XXIII como respuesta a la difícil convivencia en la zona entre el tráfico peatonal y el rodado, una convivencia que se complica especialmente en verano, con la llegada masiva de turistas. La medida era provisional. Así lo había adelantado ya el gobierno local, pendiente de adoptar una decisión más permanente en septiembre, impelido por la apertura del nuevo curso escolar.

La localización del colegio López Ferreiro en ese tramo de Xoán XXIII requería una decisión que aclare la situación a los padres de los alumnos después de un verano en el que se ha vetado el paso de vehículos con carácter general, autorizando únicamente la circulación a los residentes del entorno, a los usuarios de equipamientos del ámbito -como el párking municipal y el de la Facultad de Medicina- y para la actividad de carga y descarga y la atención de otros servicios de la zona y su entorno.

Y todo apunta a que se mantendrá esa situación, aunque asegurando también el tráfico rodado para el servicio del colegio. Tras el estudio de la movilidad en el ámbito durante el verano, el gobierno local sigue apostando por que la zona deje de absorber tráfico de paso y que su uso se limite a quien precisa realmente moverse por ella. O sea, que acceda todo el que tenga que acceder, pero que el resto busque alternativas a sus necesidades de movilidad urbana a través de otras vías perimetrales o del periférico y la autopista. Se trata de evitar que ese sea un punto para cruzar la ciudad.

Casi el 60 % hacia San Caetano

Aun así, serán más de 1.500 vehículos de media los que se muevan a diario por el tramo de Xoán XXIII más próximo al casco viejo y su confluencia con San Francisco. En la tercera semana de agosto lo hicieron prácticamente 9.700 (casi 1.400 al día), mayoritariamente (59 %) en sentido de subida hacia San Caetano.

Después de los controles realizados en las primeras semanas por la Policía Local y de que los compostelanos a los que afectan las restricciones fuesen interiorizando nuevas rutas, se entiende que en esa órbita se moverá el nivel de tráfico que deberá asumir en temporada turística alta. Poco para lo que era habitual.

Pero, sin duda, la actividad del López Ferreiro, que tiene su principal acceso rodado por Xoán XXIII, incrementará ese volumen, aunque todavía así quedará lejos de los flujos previos a la implantación de la restricción, según los datos recogidos por el medidor que el Concello instaló en Xoán XXIII en mayo para tener constancia del número de usuarios antes y después de modificar las condiciones de movilidad en el que es el principal acceso rodado al casco histórico.

53.142 vehículos

Junio

El tráfico semanal en la zona en la primera semana de mes, unos 7.600 de media diaria

18.356 vehículos

Julio

A eso se redujo la circulación en la primera semana tras las restricciones en el tráfico

9.691 vehículos

Agosto

La tercera semana de ese mes rozó los 10.000 coches, unos 1.400 de media diaria

En agosto ya solo circuló por la zona la quinta parte de lo habitual en junio

En torno a la quinta parte del tráfico que le era habitual hasta junio. Ese es el tránsito rodado que se mueve actualmente por el ámbito de San Francisco y el tramo de Xoán XXIII con el que confluye. Así lo reflejaba al menos la medición de la tercera semana de agosto, que supuso en torno al 18 % de la media semanal de junio.

Desde mayo y junio, el tráfico ha bajado progresivamente. Si en las últimas semanas del curso escolar se habían movido por la zona una media semanal de entre 52.000 y 53.000 vehículos-el remate del curso dejó esas cifras por debajo de los 50.000 y las situó en los 46.500 en la de transición de junio a julio-, la primera semana tras la peatonalización blanda de ese ámbito ya se quedó por dabajo de los 18.500 coches. Y la de mediados de agosto no llegó a los 10.000 vehículos, después de iniciar ese mes con un tráfico semanal de 12.700, una media diaria de 1.800.

La Administración municipal ha dado margen para que los ciudadanos se fuesen habituando a las nuevas circunstancias y de momento no ha impuesto ninguna multa.