El Obradoiro presentó ayer al tercer refuerzo del equipo para la presente campaña: el base Albert Sàbat (1,81 metros y 32 años). El catalán firma por dos temporadas tras pasar los dos últimos años en el Joventut de Badalona. El acto oficial se celebró en la Cafetería Kampus y estuvo presidido por la consejera, Lupe Murillo; el director general, José Luis Mateo; y el nuevo timón obradoirista.
Mateo remarcó que, con la incorporación de Albert Sàbat, el equipo santiagués gana a «un jugador experto que está en plena madurez deportiva». Sobre sus atributos, el director general del club puso el acento en su «magnífico lanzamiento exterior». Pero señala que no es lo único por lo que se ha fichado al base de Llagostera. «Une otras cualidades, tanto dentro como fuera de la pista, que hemos valorado y que nos han hecho tomar la decisión de apostar por él y dejar la dirección del equipo en manos de Pepe (Pozas), de David (Navarro) y del propio Albert».
Sàbat se definió como «un buen tirador», aunque también intenta ser «un buen base» sobre el parqué. Pero ante todo, el experto timonel prioriza «que el equipo juegue bien». Sàbat reconoció que habló con varios jugadores antes de desembarcar en Sar: «Hablé con Nacho y con David, con Richi Guillén, con Miquel Feliu... Me dijeron que era un club muy profesional y familiar, que el ambiente en el vestuario era muy bueno. Eso también lo valoré a la hora de venir».
Respecto al baloncesto que plantea Moncho Fernández, confiesa que está «gratamente sorprendido» con lo visto estos días, sobre todo por su riqueza táctica. «Él es muy detallista, e intenta que todos los engranajes del equipo tengan su espacio, que todos tengan sus opciones de participar en el juego. Lo tiene todo muy bien pensado y estructurado. Así en la misma jugada tienes muchas opciones», dijo Sàbat. Y pese a que hay mucho tirador en el plantel, cree que cada uno tendrá sus tiros: «Siempre intentaremos escoger la mejor opción. Es la idea de juego, y estoy seguro que habrá opciones para todos».