Las nuevas zonas de seguridad están delimitadas en el entorno de la praza de Galicia y en cuatro calles del casco urbano
25 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Santiago cuenta desde ayer con catorce plataformas avanzadas de espera para bicicletas en otros tantos pasos de peatones concurridos del centro de la ciudad. Esta medida, que pretende afianzar la seguridad en la circulación de los ciclistas, llega apenas tres semanas después de que el Concello instalase veintitrés puestos para aparcar bicicletas. La iniciativa sigue la línea trazada en el futuro Plan de Mobilidade Urbana Sostible, que da prioridad a los peatones y a los ciclistas.
Los catorce pasos de cebra con plataformas de espera avanzada se distribuyen por calles con alta densidad de tráfico, como son Virxe da Cerca, Senra, Xoán Carlos I, Doutor Teixeiro y Praza de Galicia. «Se avaliará o funcionamento da nova sinaléctica, pero a intención é estendela a outros puntos que poidan ser conflitivos polo alto volume de circulación que soportan», explicó Xan Duro durante la inauguración.
El concejal de Mobilidade e Medio Ambiente hizo hincapié en que estas plataformas aumentarán la seguridad circulatoria de los usuarios de bicicletas y, al mismo tiempo, reducirán su riesgo de accidentes a la salida de los pasos de cebra. «Os ciclistas poderán situarse diante dos coches detidos nos semáforos en vermello, para non vérense afectados por xiros inesperados», señaló el edil de Mobilidade, quien aprecia un aumento del uso de la bicicleta en Santiago con respecto a la época en la que él se desplazaba en este medio de transporte.
Además, Xan Duro se mostró convencido de que los conductores serán respetuosos con la nueva señalización del Concello. También comentó que, en los primeros pasos de esta medida, las advertencias se impondrán a las multas: «Nunha primeira fase, como é habitual, farase un labor educativo antes de empezar a sancionar ós vehículos que non respecten as zonas exclusivas para ciclistas».
Pese a lo novedoso de la iniciativa, en algún paso de cebra, como en el que se sitúa en el acceso a la Senra desde Xoán Carlos I, se percibe que el espacio entre la plataforma de espera y la zona pintada de amarillo que prohíbe detener el vehículo a la salida del semáforo resulta insuficiente para dar cabida a los coches, que pueden verse abocados así a cometer una infracción al tratar de evitar otra.