El blindaje de San Francisco refuerza la idea de mantener peatonal Xoán XXIII

Margarita Mosteiro Miguel
mARGA mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El Concello insiste en que la decisión final sobre prolongar las restricciones de tráfico se adoptará al analizar los datos del verano

22 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las restricciones de tráfico adoptadas para el tramo final de la avenida Xoán XXIII y el cruce con San Francisco llevan camino de consolidarse, como ya ocurriera hace un año con la rúa de San Pedro. En uno y otro caso, el Concello decidió poner en marcha la medida de forma provisional coincidiendo con el verano, para analizar los datos del período de prueba estival antes de tomar una decisión definitiva. En San Pedro, el resultado fue que siguió siendo una calle con paso exclusivo para los residentes. En la avenida de Xoán XXIII, el proceso inicial se repite, pero la inclinación del grupo de gobierno por dar continuidad al uso preferente de los peatones han ganado enteros con la necesidad de reforzar la seguridad en el acceso al Obradoiro por San Francisco.

A principios de verano, el Concello cortó el paso a los residentes en Xoán XXII, con el fin de reducir la intensidad de tráfico en San Francisco, que es uno de los puntos más conflictivos por la elevada afluencia de turistas. El concejal de Convivencia, Xan Duro, recordó que en verano no se pueden analizar todos los datos del tráfico que circula por este punto, ya que no funcionan el colegio López Ferreiro ni la Facultade de Ciencias da Educación y, además, la afluencia a la biblioteca es menor. Ahora que el período de prueba toca a su fin, Duro sostiene que están «contentos polos resultados» y «satisfeitos» por la respuesta ciudadana. Aunque recalca que la decisión final se tomará en septiembre, explica que habrá que equilibrar usos y ajustar horarios en una avenida con mucho tráfico de paso que no tiene como destino los centros escolares de la zona.

Instalación de bolardos móviles

Pero la clave ahora es la seguridad. Duro confirmó ayer que se reforzarán las restricciones en el casco histórico. Así, el Concello destinará 130.000 euros de los remanentes de Tesorería a colocar bolardos móviles en el entorno de San Francisco. Con todo, no será antes de dos o tres meses.

En este sentido, el propio alcalde recordó que la política en materia de seguridad no viene marcada por el Concello, sino que «é froito da colaboración» entre la Policía Nacional y la Local, y de las reuniones de trabajo que se vienen celebrando. Martiño Noriega subrayó que las medidas tienen que aplicarse con «discreción» y que, mientras no se instalan dispositivos definitivos, se aumentará el número de agentes policiales en determinadas zonas y se adoptarán «medidas físicas que van a ser temporais mentres non haxa as definitivas».

En cuanto a la reclamación del SUP por falta de policías, Noriega dice que mantienen una interlocución con el sindicato. Apunta que comprende sus reivindicaciones, pero «é unha reclamación que afecta a tódolos corpos que teñen un servizo público».

La nueva señalización de Virxe da Cerca comenzó a instalarse anoche y terminará en unos días

 

 

La nueva señalización viaria de las rúas Ensinanza y Virxe da Cerca comenzó a instalarse la pasada noche, después de que terminaran los trabajos de mejora y conservación del pavimento. El concejal de Convivencia, Xan Duro, explicó que la idea es reforzar la pintura de todo el vial, especialmente en los pasos de peatones para hacerlos más visibles a los conductores, y contribuir a incrementar la seguridad de los peatones.

En este sentido, se dispondrán señales en la calzada similares a las que se probaron en San Marta y en A Choupana, pero sin emplear el color rojo al tratarse de un ámbito del Plan Especial del Casco Histórico. El tipo de pintura que se utilizará requiere de un período mayor de tiempo para su secado, por lo que Duro confía en que puedan completarse todos los trabajos en unos días.

La señalización en la calzada será reforzada también con la colocación de «ollos de gato», que alertan a los conductores con señales luminosas de la llegada a un paso de peatones.

Por otro lado, Raxoi no descarta la instalación de más cojines berlineses en otras vías con alta intensidad de tráfico en la ciudad. Los últimos que se colocaron en la ciudad fueron en la rúa Sar. En esta calle, los vecinos venían demandando alguna medida de seguridad para conseguir reducir la velocidad de los coches que circulan por la misma. Así, se optó por la instalación de estos elementos que permiten «calmar» el tráfico, lo que repercute favorablemente en la seguridad de los peatones y de los ciclistas.