El 061 abre el programa piloto de Santiago para atender paradas cardíacas a toda Galicia

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

En Compostela hay 55 voluntarios preparados para intervenir, aunque solo fue necesario en dos ocasiones

21 ago 2017 . Actualizado a las 23:19 h.

A finales del pasado año medio centenar de colaboradores de Cruz Roja formados en reanimación cardiopulmonar activaron una app en sus móviles. Es la aplicación Acude e Axuda y permite al 061, en el momento que alguien sufre una parada cardiorrespiratoria en un espacio público, localizar a los dos voluntarios más próximos. Mientras no llega la ambulancia medicalizada, uno realiza maniobras de resucitación cardiopulmonar básica y el otro busca un desfibrilador.

Lo cierto es que en estos siete meses pocas veces fue necesario poner en marcha el programa. Santiago no es una ciudad grande y afortunadamente no es habitual sufrir una parada en plena calle. Solo dos veces los servicios de emergencia necesitaron localizar a un colaborador. Una era una falsa alarma y en la otra, lamentablemente, falleció la víctima pese a los esfuerzos realizados. Pero es la línea que quieren seguir el 061, el Sergas, la Sociedad Española de Cardiología y la Cruz Roja, que son quienes se han implicado en este plan. Porque el objetivo es que cada vez más gente esté formada en reanimación cardiopulmonar. De hecho, el año que viene se ampliará este programa a las siete ciudades gallegas, porque es en las urbes en donde es más eficiente y, lo que es más importante, a más colectivos.

En estos momentos todos los participantes son colaboradores de Cruz Roja, pero hay muchos profesionales que no solo se han puesto en contacto con el 061 sino que ya están formados en estas técnicas. Desde las urgencias sanitarias piensan por ejemplo en médicos, enfermeros, técnicos sanitarios o incluso fuerzas de seguridad y bomberos.

Provisto de geolocalización

En el momento en el que se recibe la alarma, además de movilizar una ambulancia, el 061 sitúa mediante esta app provista de geolocalización a los dos voluntarios más próximos al lugar de la emergencia. De lo que se trata es de que mientras no llegan los servicios asistenciales se apliquen maniobras que permitan no solo reducir la mortalidad, sino las secuelas de sufrir una parada. Además de saber realizar un masaje cardíaco, los voluntarios también deben estar formados en el manejo de un desfibrilador semiautomático (DESA) -hay unos 50 repartidos por toda la ciudad-, y mientras uno realiza las maniobras el otro busca este aparato para poder aplicarlo.

«El sentido común nos dice que esta formación debería estar incluida en el currículo educativo»

Uno de los retos del programa, resalta el director de coordinación del 061, es lograr acreditar e integrar al mayor número de voluntarios.

-«Acude e Axuda» solo se ha activado dos veces, ¿qué balance hace del programa?

-Hay que tener en cuenta que está pensado solo para casos de parada en vía pública y en el casco urbano de Santiago. Lo interesante es ponerlo en marcha y probar su funcionamiento con el ánimo de que en un futuro inmediato, porque será ya a partir del próximo año, se generalice a todas las grandes ciudades.

-¿Este tipo de formación debe estar en el currículo escolar?

-El sentido común nos dice que debería. A juicio de los sanitarios debería estar contenido por la importancia que tiene saber actuar en estas ocasiones, pero entiendo que habrá algún tipo de dificultad organizativa para introducirlo. Sería muy positivo que los niños sepan, desde que pueden entender un mensaje e integrarlo, hacer maniobras que pueden salvar vidas.

-Porque el tiempo es vital.

-Clásicamente se habla de que cada minuto que pasa sin hacer nada desde que una persona tiene una parada cardíaca se reducen un diez por ciento sus posibilidades de sobrevivir. A los diez prácticamente no hay ninguna, aunque hay casos especiales de hipotermia o ahogamiento. Es vital actuar en los tres primeros minutos. La persona que ve a alguien inconsciente que no respira debe tener claro qué hacer. Si no sé hacer nada, al menos identificar que es un caso crítico y llamar a emergencias en donde probablemente me den las primeras nociones; y si sé, debo hacer un masaje cardíaco y llamar a emergencias. Es una maniobra sencilla en su ejecución, pero como nunca nos toca no sabemos y nos da muchísimo respeto.

Manuel Bernárdez es el director de coordinación del 061