«Hemos venido rodando con Niria, ha sido una experiencia genial»

Silvia Gómez / I. C. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

ÁLVARO PELETEIRO

Una familia fabrica una silla especial para recorrer el Camino con su hija discapacitada

17 ago 2017 . Actualizado a las 07:58 h.

El Camino de Santiago está lleno de historias de superación. Año tras año, son cientos las anécdotas de peregrinos que buscan un reto en las rutas a Compostela. Miriam Morales y Miguel Nevado, junto a sus hijas gemelas de trece años, Niria y Nerea, y su hija pequeña de siete años, Noa, forman una familia que no ve reto imposible de superar. Su hija Niria sufre una parálisis cerebral y tiene que desplazarse en silla de ruedas, pero eso no le ha impedido completar seis etapas del Camino Francés.

Estos peregrinos de Terrassa comenzaron su marcha hace trece días en O Cebreiro, con un grupo de diez personas compuesto por otros familiares. Todos ellos llevaron unas camisetas azules en las que se puede leer «Rodando a Santiago» y una silla de ruedas dibujada, que fue iniciativa de la madre de las pequeñas, Miriam. Ella cuenta que «yo soy muy de hacer equipo así que cuando lo estábamos preparando hice las camisetas porque al fin y al cabo ‘venir rodando’ es lo que hemos hecho». También como parte de la aventura, los padres de Niria llevan una cuenta de Instagram, @rodando_a_santiago, en la que van retratando el viaje. Viaje que no se decidieron a hacer hasta que el hermano de Miriam propuso ponerse en marcha este verano.

Aunque para poder lanzarse al Camino, estos peregrinos han tenido que ser bastante creativos. Los senderos hacia Santiago son dificultosos para personas de movilidad reducida, lo que les obligó a buscar una solución. «La silla la hemos hecho nosotros. Unos amigos de mi marido tienen un taller, así que les llevamos dos sillas antiguas nuestras, una bici de mi hija mejor, Noa, algunas ruedas de recambio y con todo eso la fabricaron. Con su silla normal no lo podríamos haber hecho, seguro», dice Miriam.

Pero esta no es la primera vez que consiguen que Niria pueda disfrutar de las actividades al aire libre. Miguel y Miriam querían subir con sus hijas a la montaña más alta del parque natural de Sant Llorenç de Munt i L’Obac, La Mola. Si bien todo su entorno les decía que sería imposible, la pareja demostró que se equivocaban. La tarrasense cuenta muy orgullosa que «descubrimos que hay unas sillas especiales con una rueda de bici con la que sería más fácil subir a la montaña, así que montamos a Niria en ella y subimos a La Mola con un grupo de 60 personas».

Al llegar a Santiago, los cinco decidieron continuar su marcha hasta Fisterra, a donde planean llegar mañana, completando esta ruta en cinco días. Miriam explica que «fue una decisión totalmente improvisada, el resto del grupo tenía que volverse a trabajar, así que mi marido y yo decidimos continuar para visitar la zona de Muxía y Fisterra».

En cuanto a la experiencia, Miriam afirma que «ha estado súper bien, al principio teníamos algo de miedo, con la silla de ruedas no sabes cómo va a ser hasta que no te encuentras en situación, pero ha sido una experiencia genial». Además, explica que al hacerlo con la familia se pasa mucho mejor, ya que no queda otra opción que «caminar, charlar y pasarlo bien».

Pero estos aventureros catalanes ya se habían enamorado mucho antes de Galicia. Miriam solía venir de pequeña con sus padres, con los que visitó diferentes zonas de las provincias costeras. Miguel se unió a ella cuando vinieron a una boda en Foz. Esta familia catalana aún no sabe cuál será su siguiente reto, pero sí tiene claro que les gusta pasar vacaciones diferentes con sus tres hijas.

Los protagonistas. Una familia de Terrassa. Miriam Morales y Miguel Nevado, y sus hijas, Niria, Nerea y Noa.

Niria. Es una chica de trece años. Sufre parálisis cerebral, lo que la obliga a desplazarse en silla de ruedas. Sus padres le han fabricado una especialmente para hacer el Camino.