Los controles tributarios sacan a la luz 1,3 millones en impagos a Raxoi

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

El objetivo era hacer aflorar dos millones, aunque hay expedientes todavía abiertos

18 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La lucha contra el fraude fiscal y la morosidad a nivel municipal se quedó el pasado año lejos del objetivo que se había marcado el Ayuntamiento en el plan de control tributario, el documento que fija el programa de inspecciones y que hacía previsión de ingresar prácticamente dos millones de euros (1,89 millones). Al cierre del 2016, la efectividad de la acción inspectora alcanzó solo al 66,5 % de ese importe. Aun así afloraron casi 1,3 millones. Pero el proceso, que no llevó el ritmo previsto por la baja de un técnico encargado de su gestión, todavía no ha concluido.

El gobierno asume que no cubrirá el cien por cien de sus expectativas, pero afirma que sí se acercará bastante al objetivo con los expedientes cuya tramitación se ha extendido al 2017, ya sea por ser los más tardíos o por la formulación de recursos. Pero no solo la demora en la ejecución del plan explica que los resultados vayan a quedar finalmente por debajo de lo formulado. El efecto de la crisis sobre el sector de la construcción y el inmobiliario en los últimos años también se está notando.

Al finalizar el 2016 no se había alcanzado ni el 42 % de los ingresos esperados por el impuesto sobre construcciones y licencias de obra: los 1,2 millones a que apuntaba el plan se quedaron en menos de medio millón, aunque todavía hay expedientes en tramitación. Y el impuesto de plusvalías apenas consolidó el 68 % de lo estimado, y eso que en este caso el Concello ya había rebajado sus previsiones con respecto al 2015. Si entonces hacía proyección de lograr 500.000 euros -que se rozaron entre los expedientes concluidos durante ese año y los que se adentraron en el posterior-, para el 2016, sin embargo, ya había bajado el objetivo a los 300.000 euros.

El IAE ha compensado en parte esos resultados. Con la previsión de ingresar 300.000 euros, las inspecciones han hecho aflorar 505.000. Es lo habitual con este impuesto, a tenor de los ejercicios precedentes, si bien en el anterior mandato el objetivo anual no pasaba de los 100.000 euros.

Compostela Aberta ha decidido reforzar la línea de control del ICIO y el IAE. En el primer caso, centrando la atención igualmente en obras menores, porque también pueden tener importes importantes, dice la edila de Facenda, María Rozas. Y en el segundo porque, si bien se trata de expedientes «laboriosos», también «os hai elevados en contía».

Vados, la mayoría pendientes

Según Rozas, hasta ahora «inspeccionábanse poucos expedientes» del IAE, pero «a experiencia di que cando entras neles, ao final a contía sempre é máis elevada do que esperaban os técnicos». Fue el caso del 2016. Las verificaciones se ciñeron a los 60 casos que se fijó el plan, pero se superó la cuantía, refiere Rozas.

La edila entiende que los impagos que detectan estos controles tributarios proceden mayormente de despistes del contribuyente o de liquidaciones mal realizadas y no tanto del ánimo de defraudar: «Debe de ser minoritario quen fai fraude; eu creo que o que hai é moito descoñecemento». En cualquier caso, afirma que desde la concejalía no entran a valorar esa cuestión: «Nós vemos unha situación irregular e tentamos corrixila».

La demora en el arranque del plan ha dejado en un plano secundario la inspección de los vados. Raxoi pretendía controlar hasta 900 de los 3.000 que estima irregulares, pero de momento está lejos. Claro que también sus ingresos son muy secundarios en comparación con las cuantías que afloran con los otros impuestos: 75.000 euros. De momento se ha asegurado 10.000.

El programa se prorroga al ejercicio 2017, lo que implica realizar otras 1.500 inspecciones