La suspensión de un vuelo a Málaga sume en un vía crucis a 166 pasajeros

s. l. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Vueling reubicó a parte del pasaje en conexiones con Sevilla, Granada y Barcelona

16 jun 2017 . Actualizado a las 08:05 h.

Debía llegar en la noche del miércoles a Málaga, pero no lo hará hasta las 10.50 horas de la mañana de hoy, porque su vuelo nunca llegó a salir de Lavacolla. Jesús Casais, un vecino de Cruceiro de Sar afincado en la capital de la Costa del Sol, es uno de los 166 pasajeros de la conexión de Vueling que tenía que despegar de la terminal compostelana a las 22.30 horas del miércoles y que no lo hizo porque la compañía optó por suspender el vuelo. A los viajeros les ofreció el reembolso del billete o el realojo en otros enlaces de la aerolínea. Los que, como Casais, se decantaron por esta opción arribarán a Málaga en autobús, después de volar a Sevilla o Granada, o en avión, previo enlace con Barcelona.

La decisión de la compañía de suspender el vuelo estuvo precedida de causas meteorológicas. Según informó ayer Vueling, la niebla que cubría Lavacolla obligó a desviar a Vigo la aeronave procedente de Málaga. Aunque de entrada la compañía informó al pasaje del enlace con destino a la capital andaluza que sería trasladado a Peinador para volar desde allí, tal como aseguran viajeros afectados, finalmente le comunicó que el vuelo quedaba suspendido. «Estivemos esperando ata máis aló das dúas da noite», denunció Casais. Además de lamentar lo sucedido, en Vueling explican que la razón de la decisión que dejó en tierra a los 166 pasajeros fue que la tripulación ya había cumplido su horario, por lo que no podía asumir el vuelo de regreso a Málaga.

La odisea para los viajeros acababa de comenzar. De los 166 afectados, incluidas familias con bebés, 140 fueron trasladados en autobús hasta A Coruña, y los otros 26 se quedaron en Santiago. Vueling subraya que recibieron la atención a la que tienen derecho y que incluye la pernoctación en un hotel. Pero el viaje a Málaga seguía pendiente. En la aerolínea aducen que encajar a esos pasajeros en vuelos directos no era posible, porque no había plazas libres. Así que fueron reubicados en otras conexiones que, en todos los casos, obligaron al pasaje a realizar escalas. Los que optaron por volar a Sevilla o Granada, completaron el último tramo del viaje hasta Málaga en autobús. Otros se inclinaron por tomar un vuelo a Barcelona, para enlazar con su destino.

Esta fue la opción de Jesús Casais. «Chegarei a Málaga ás 10.50 da mañá do venres». Casais ironizaba ayer que, para pasmo de los integrantes del pasaje, las causas meteorológicas que Vueling esgrimió como motivo del desvío a Vigo del vuelo que debía aterrizar en Santiago no afectaron a otras aeronaves que siguieron tomando tierra con normalidad.

La niebla que aduce la aerolínea no impidió aterrizar al resto de aviones

La explicación que Vueling ofreció al pasaje de su vuelo Santiago-Málaga sobre el motivo por el que el avión procedente de la capital andaluza fue desviado a Vigo no convenció a los clientes, que comprobaban atónitos como continuaban aterrizando aeronaves en la pista de Lavacolla. En realidad, el de Málaga, que debía aterrizar a las 21.55 horas, fue el único vuelo desviado el miércoles. Los tres posteriores tomaron tierra con puntualidad: el de Milán (Ryanair) lo hizo a las 22.00 horas; el de Madrid (Iberia Express) a las 23.40; y el de Londres (Vueling), a las 00.20.