El Concello ampliará la recogida selectiva a los residuos orgánicos

rosa martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Pendiente de una solución comarcal de compostaje, no renuncia a una planta propia

14 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Primero fue el vidrio, luego el papel y, por último, los envases. Esa ha sido la línea de iniciación en el reciclaje seguida por el Concello, que quiere abordar ahora la recogida y el tratamiento de la fracción orgánica susceptible de reutilización. Más allá de los composteros individuales y de los que funcionan para los parques, en Santiago no existe todavía la posibilidad de una recogida selectiva para esa fracción como servicio público. Pero existirá.

La dotación de contenedores para esa nueva selección será una exigencia del pliego para la concesión del próximo contrato de limpieza de la ciudad. Y no la única. En esa línea de optimizar las posibilidades de reciclaje y de reducir, por tanto, la materia que acabará en Sogama, también se implantarán áreas de compostaje comunitario para residentes. Los composteros comunitarios ya funcionan en Santa Marta, Galeras y Salgueiriños con carácter experimental y el pliego dirá dónde se instalarán definitivamente y en qué condiciones. Se trata de abrir esa posibilidad allí donde sea factible por la proximidad de una zona verde y donde el radio de acción lo haga interesante para el ciudadano, porque de él dependerá, en última instancia, su éxito.

De él y de la capacidad del Ayuntamiento para concienciarlo con el beneficio medioambiental e, incluso, de motivarlo con medidas fiscales. Porque de todo se prevé, según el plan de acción para las energías sostenibles (PAES), que recoge un gasto de 90.000 euros anuales hasta el 2023 para campañas de prevención del desperdicio de alimentos y programas de fomento de la reducción y reutilización de residuos, así como de información sobre los costes y beneficios del adecuado depósito de residuos.

Los primeros, en el Ensanche

Lo que sí está decidido es dónde se instalará inicialmente el quinto contenedor de reciclaje, el destinado a esa fracción de residuos orgánicos El Ensanche los estrenará. Según el edil de Medio Ambiente, Xan Duro, de la bolsa de residuos orgánicos solo un 13 % no es reutilizable ni recuperable. Y si únicamente eso acabase en Sogama, «a factura reduciríase unha barbaridade».

Claro que lo que no tenga destino en Sogama habrá de tenerlo en instalaciones alternativas. Ese es el camino que quiere iniciar Compostela Aberta (CA), ya sea sumándose a algún proyecto de planta comarcal de compostaje o promoviendo una propia. Aunque prefiere la primera opción, no renuncia a enfilar esa senda en solitario. De momento está en expectativa, por si Sogama acabase por concretar una posibilidad que hace año y medio estaba evaluando, precisa Duro. Y, de ser así, conocer su distribución territorial.

Sin esa posibilidad, también podría haber alternativas mancomunadas, antes de apostar por un viaje en solitario. Tampoco descarta Duro que pueda incluso surgir alguna iniciativa privada: «Este é un mercado dinámico, que está medrando e iremos adaptándonos á realidade». «Veremos o máis acaído para o Concello», resuelve el edil. Pero sea cual fuere esa solución, de forma participada o no, el gobierno local hace proyección de esa posibilidad en el PAES. Y estima en 4 millones el coste de una planta de compostaje y el extra de la gestión de residuos no reciclables.

La iniciativa privada será inicialmente una opción para tratar los residuos reutilizables de la fracción orgánica. Aunque esos contenedores no se implantarán hasta el 2019, las plantas privadas, «que as hai», serán una alternativa transitoria para esos residuos, a falta de que se concrete la opción de futuro para el compostaje que busca Raxoi.

Una comisión técnica integrada por varios servicios municipales trabaja en el nuevo pliego

El nuevo contrato para la atención del servicio de recogida de residuos y limpieza de la ciudad introducirá cambios importantes en su gestión, lo que ha llevado al Concello a crear no solo una comisión de trabajo formada por personal de Contratación, Medio Ambiente y Servizos, sino a contratar una asistencia para la redacción de las bases técnicas para la definición del nuevo servicio y el mantenimiento de las islas subterráneas. La asistencia se encargará de la realización de trabajos de campo e informes y se ha adjudicado por 37.395 euros (además de 7.852 de IVA) a Terravanza, Gabinete de Estudios Territoriales. El de la recogida de residuos y limpieza urbana es el contrato con el coste más elevado de los servicios concesionados del Concello: en torno a ocho millones, además de los 3 millones en que se estima su tratamiento. Se prevé que el próximo, en cuyos pliegos se trabaja ya, no estará en licitación hasta finales de este año o principios del 2018 y que hasta avanzado el 2019 no estará implantado.