Noriega y Hernández montan un rifirrafe mientras Reyes y Cela defienden su papel en la oposición

La Voz

SANTIAGO

25 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El paso de ecuador del mandato municipal comenzó con un desayuno de Agustín Hernández en el que el líder de la oposición dijo que el alcalde le parecía «cansino», a lo que el regidor no tardó en responder diciendo que a él el portavoz popular le resultaba «taciturno». Política de gestos aparte, que de eso hubo mucho en este tiempo, el PP insistió en su idea de que fueron «dos años perdidos» y de que la ciudad «decae día a día» para luego presentar su programa Conversas no camiño, una campaña de proximidad con los vecinos que a Hernández le valió para reconocer que se encuentra «encantado» en la vida municipal pero sin despejar las dudas de lo que hará dentro de dos años.

Martiño Noriega, además de invitar al líder de la oposición a «sonreír», le acusó de ser como Van Gaal, «sempre negativo, nunca positivo», y de confundir la oposición al gobierno municipal con la oposición a la ciudad. El alcalde presumió de los veinte millones conseguidos en fondos europeos y de los programas que se van a poner en marcha y anunció, con cierta dosis de misterio, una nueva captación de fondos para los próximos meses. El regidor reconoció que la llegada de CA a la alcaldía hace dos años fue un momento de «grandes emociones» pero que no pensaba celebrarlo especialmente, y si bien admitió que «cando resolves dous, tres ou catro cousas, quedan cincuenta», también se mostró satisfecho porque «o máis duro xa pasou».

El portavoz socialista cree que la valoración es hoy la misma que a los cien días y a los seis meses, lo que para Paco Reyes ya resulta significativo. A su entender, ni hay modelo de ciudad ni hay liderazgo, la gestión está paralizada, los contratos hay que prorrogarlos y en política social no se resuelven las demandas más urgentes. «Lo intentan compensar con literatura y con tuits, pero eso no vale». Eso sí, «cuando rectifican, aciertan»; es decir, cuando tienen en cuenta las propuestas del PSOE.

Rubén Cela cree que si CA para defender su gestión tiene que compararla con la anterior del PP, «mal asunto», porque a entender del portavoz nacionalista, «foi o peor goberno de Santiago». No le gusta a Cela ser catastrofista y apunta algunos tantos y otros fracasos, pero echa en falta más «humildade» de CA para reconocer que necesita de la oposición.