«En la nieve te quedas ciega en nada, es algo muy incómodo y doloroso»

Joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

xoan a. soler

«Más que un equipo, tenemos que funcionar como un nudo que no se deshace», dice

04 may 2017 . Actualizado a las 15:04 h.

Después de 41 años de experiencia en las montañas, la laureada alpinista gallega -y política- Chus Lago afirma que solo ahora se toma su vista totalmente en serio. Antes de su última expedición, al casquete polar de Barnes, en la isla canadiense de Baffin, ella y su equipo (Vero Romero y Rocío García) se sometieron en marzo a una revisión de la retina. Ya de regreso, ayer las atendió de nuevo la doctora Maribel Fernández, en el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla. «En los botiquines es habitual que llevemos colirios, antiinflamatorios y otros productos. Pero así como es normal que nos revisemos la boca, por los problemas de caries y otros que puedan relacionarse con la altitud, no lo es visitar al oculista, a no ser por algún problema concreto», explica.

En una expedición es usual enfrentarse a situaciones extremas. «A 25 grados bajo cero o más, con niebla, el frío y la radiación atacan, y sabemos que pueden presentarse problemas en los pies, en la cara, en las manos, en las orejas o también en la vista. En la nieve te quedas ciega en nada. Es algo muy incómodo y doloroso: los primeros síntomas son como si tuvieras arena en los ojos, después empiezas a ver oscuro, cada vez más negro. Se te llenan los ojos de agua. Me ha pasado eso alguna vez, o padecer conjuntivitis. Aunque nunca se me ha desprendido la retina, como le ha sucedido a otros compañeros. Pero son muchos los síntomas en los ojos a causa del frío, se te llega a congelar la córnea», agrega.

Su actual proyecto, Compromiso con la Tierra. Mil Kilómetros de Hielo, la ha llevado a Laponia en el 2016 y, tras su reciente estancia en la isla canadiense de Baffin, prevé que finalice en el 2018, en Groenlandia. El objetivo de esta iniciativa es concienciar sobre la amenaza del cambio climático, resaltar las consecuencias del deshielo y cómo repercute a nivel global. El nuevo viaje programan hacerlo «seguramente en abril del próximo año, aunque antes quizá haya algún proyecto intermedio», apunta.

Chus Lago enfatiza la dificultad que les espera, a ellas y a sus colegas de equipo: «A donde vamos, hay zonas donde el rescate no es posible. Si algo falla, puede ser una catástrofe. Por eso tenemos que hacer una planificación muy clara, para permanecer unidas y escrupulosamente concentradas en el trabajo, porque todo tiene que salir bien. Y para eso, más que como un equipo, tenemos que funcionar como un nudo que no se deshace», explica la deportista y edila viguesa.

Chus Lago y su colega Vero insistían ayer en que en esta última expedición siguieron todos los consejos oftalmológicos y les ha ido bien. «Fuimos más conscientes de cuidarnos adecuadamente la vista. Llevamos dos tipos de gafas, la de ventisca, que se cierran más sobre la cara, y otras más abiertas. Y nos dimos cuenta de que había que guardar mucho la temperatura y por eso usamos más las de ventisca. También nos preocupamos de hidratar más y mejor el ojo, y ni siquiera con niebla nos quitamos las gafas. Y al cuidarnos mejor, notamos menos molestias», manifiesta Chus.

Llevaron productos especializados para cuidar la visión durante esta última travesía, que les proporcionó el Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla, donde además permanecieron atentos por si requerían asesoramiento por problemas oculares. Ayer, las alpinistas se sometieron en sus instalaciones a una nueva revisión, para descartar que no sufrieron daños en cualquier área del globo ocular, especialmente en la retina, por las duras condiciones a las que se enfrentaron. La clínica compostelana se suma así al grupo de patrocinadores de este Compromiso con la Tierra del primer equipo femenino español que realiza una expedición polar, una colaboración que enmarca, además, en el Año de la Retina 2017 en España.