«Siempre que he intervenido con mandatarios fue para que no se metieran en líos»

La Voz

SANTIAGO

26 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En ocasiones Javier Castiñeira tuvo que emplear un tono irónico para ser más convincente.

-Hablaba antes de que ha usado mordacidad en su estilo....

-Soy de los últimos de Filipinas en ese sentido.

-Es que no se le supone a un secretario.

-Soy más impetuoso en ese sentido, pero respetuoso y en todo momento con buena fe. Siempre que he intervenido con los alcaldes fue pensando que era lo más conveniente para ellos, y para que no se metieran en líos

-Ahora, a escribir las memorias y a hacer rodar algunas cabezas.

-No, no, hacer rodar cabezas de ninguna manera. Escribir, sí, aunque tengo que vencer la pereza. He escrito libros, pero de investigación, de proyectos de ley. No tienen nada que ver. Sí me gustaría escribir algo y puede ser una de las cosas que vaya a hacer. Pero hay otras que tengo en mente como estudiar idiomas, colaborar con la Universidade, algunas tertulias... Y antes de nada, la familia.

-Hay una idea de clasismo funcionarial de los secretarios.

-Cada vez, menos. Hombre, es cabeza de ratón en una administración, sobre todo si es pequeña, pero más antes que ahora. Existe esa tentación, sí. Reconozco que, cuando era más joven, no era clasista pero tenía miedo a perder la autoridad, ya que el secretario era jefe de personal. En el contexto actual no creo que sea más clasista un secretario que otro funcionario del Estado.

-En las despedidas siempre se dice algo.

-Sí, deseo que Santiago, en los tiempos que corren, sea un referente. Santiago tiene una clara trascendencia, pero no debe ser hueca o solo de religión, sino también en valores y solidaridad. Que sea un marco de convivencia, una gran familia, sin brechas ni egoísmos que puedan traer frustraciones colectivas importantes.