«Me pusieron los esquís con tres años y ya llevé a la nieve a 50.000 gallegos»

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

Marcos Sierra, gerente de una agencia especializada en deportes de invierno: "Los fines de semana escapaba del Ensanche para disfrutar en Manzaneda"

20 feb 2017 . Actualizado a las 19:35 h.

Vivir de la nieve en Galicia no es vender hielo en el Polo Norte, pero casi. Solo se explica con dos palabras: osadía y pasión. Marcos Sierra se sorprende cada día a sí mismo sacando adelante un negocio que se forjó cuando no tenía uso de razón. Con tres años le pusieron unos esquís en los pies, y a fuerza de remar -en las pistas blancas también se hace cuando no hay pendiente- ha conseguido llevar a unos 50.000 gallegos a distintas estaciones de invierno en España y Europa. Son dos datos que lleva en su cabeza y que marcan su biografía personal y profesional.

¿Cuánta gente es capaz de vivir a los 44 años de la gran afición de sus fines de semana de la infancia y la adolescencia? Sierra es un legítimo hijo del Ensanche compostelano. Nació circunstancialmente en A Coruña y se vino a los pocos días a Santiago, a vivir a San Pedro de Mezonzo, cuando la calle estaba a medio construir. Hoy, con su propia familia, vive a dos pasos, en Santiago León de Caracas, y su agencia de viajes resiste presencialmente el desafío digital en A Rapa da Folla «porque todavía tiene valor verse cara a cara con el cliente», y en Estados Unidos, pioneros de la venta Internet, está constatado un regreso del consumidor al agente a pie de calle de toda la vida.

Marcos guarda fotos de su abuelo esquiando en los años 50 en la sierra madrileña. Esa afición, bien singular a mediados del siglo pasado, animó a su familia a adquirir un apartamento a pie de pista en Manzaneda cuando se desarrolló el complejo en los años 70. Mientras sus amigos jugaban al «futbito», como se llamaba entonces al fútbol sala, o se debatían entre el baloncesto de Larry Bird y Magic Johnson, él desaparecía de Santiago los fines de semana y pasaba hasta cuatro horas en la carretera para alcanzar la estación ourensana. «Había un gran ambiente, con mucha más nieve que ahora y con unas mil personas que disfrutábamos varios meses al año de la nieve, era como un parque de atracciones». Mientras en Santiago llovía, él bajaba las pistas en competiciones nacionales con una selección gallega infantil que era «espectacular. En Sierra Nevada nos tuvieron que prestar el material porque ya no estaban permitidos los esquís de correas, y otras veces entrenábamos marcando las pistas con palos de escoba. Es la demostración de que cuando quieres, puedes», reflexiona Marcos Sierra, que admite su decepción por la actual situación de Manzaneda, con una gestión que la ha convertido en «una montaña con cuatro remontes», nada que ver con el espíritu deportivo y familiar que él vivió y que hacía que importase poco que el remonte principal necesitase 17 minutos para llegar arriba. «Hoy se sube en seis», apunta.

La intensidad del esquí, afición que compartía con sus hermanos mayores Mariano y María, que ejercen como abogados en Santiago, se diluyó en la etapa universitaria tras un intenso invierno trabajando para la estación de esquí. Fue intercalando los estudios de Historia con otras actividades. Tocó en la Tuna de Medicina, hizo sus pinitos en la interpretación en una radionovela y se formó en un máster en Vigo con el que metió la cabeza en el mundo de la mercadotecnia. ¿Y qué iba a vender? Viajes de nieve desde Galicia. Movió a universitarios de todos los campus y pronto se enroló en importantes mayoristas del sector, siempre centrado en la nieve. Autónomo, sabedor de que «lo que no se pesca en invierno, no pica en verano», acabó montando su propio negocio, una rareza en el mercado gallego. Andorra, y sobre todo Grandvalira, es el principal destino al que envía a sus clientes, y él mismo suele pasar semanas en esta zona de Pirineos, aunque apenas encuentra «unas horas» para esquiar por placer. «Te pasas el día atendiendo a los clientes, cuestiones que el señor Booking no puede resolver», sostiene reivindicando su modelo de negocio, para el que cree que hay futuro por cuanto los colegios gallegos se están volcando con esta actividad. Pero las distancias a las buenas estaciones españolas y europeas sigue helando las ansias de muchos aficionados a la nieve.

Nombre. Marcos Sierra Rodríguez (A Coruña, 1972).

Profesión. Gerente de Viajes Sierra.

Rincón elegido. San Pedro de Mezonzo, la calle en la que vivió, delante del antiguo colegio Peleteiro, en el que estudió y donde conoció a buena parte de sus amigos, que conserva.