-Es verdad que ha intentado hacer campaña LGTBI y muchos lo han votado y apoyado, que es lo que más me preocupa. Pero su vicepresidente, Mike Pence, dijo en un discurso que prefería que el dinero que se invertía en luchar contra el VIH se destinase a terapias de curación de la homosexualidad. Eso habla por sí solo.
-¿Preocupa un retroceso?
-Cuando conseguimos derechos pensamos que hemos hecho un logro irrenunciable, y no. En Francia tenemos a Le Pen demasiado cerca del poder y en España grupos ultra que pretenden ir por el mismo camino. No podemos bajar la guardia porque en cualquier momento nos daremos cuenta de que incluso el matrimonio puede volver atrás y desaparecer.